La enfermería es una noble y antigua profesión. El cuidado de enfermos y heridos requiere estudio constante y un carácter especial. Es crucial ser una persona respetuosa, tolerante y abierta al diálogo, ya que muchísimas personas pasarán frente a ti día a día, personas que tal vez nunca han oído aquella enfermedad de la que hablas, por lo cual debes estar dispuesto a educar a tu comunidad. Al igual que todos los empleos, necesitarás tener un sólido equipo de trabajo y estar seguro de cada paso que des, porque muchas vidas dependerán de tus manos y tu conocimiento.
1. Saber lidiar con la muerte
Que un anciano fallezca luego de luchar contra una enfermedad o por causas naturales, es distinto a que un bebé o un adolescente muera, aunque hubieses hecho todo para salvarle. Es importante saber cómo lidiar con estos sentimientos, para que no afecten tu trabajo ni tu vida personal. Debes hacerte la idea de que tu lugar de trabajo ve muchos accidentes, gente sufriendo y muerte, pero también nacimientos y personas que lograron recuperarse. Enfócate en lo positivo o no podrás ejercer como enfermero/a.
2. Deberás estudiar por el resto de tu vida
Continuamente se hacen nuevos estudios, se comprueban o refutan teorías y es tu deber como funcionario de la salud saber acerca de todas estas innovaciones. Puede que cumplas 25 años de trabajo en esta área, pero aún así deberás ponerte al día. También debes comprender cómo funciona la maquinaria del hospital, algo que sin duda irá cambiando con el tiempo. Si no te gusta estudiar y crees que solo serán unos pocos años, esta carrera no es para tí.
3. Trabajarás en navidad y fechas importantes
Olvídate de tu cumpleaños o el de tu mamá, navidad, año nuevo y cualquier otra cosa que celebres, la salud no descansa y si nadie quiere cambiar turno contigo, no te quedará nada más que pasar año nuevo comiéndote tu colación, si es que tienes tiempo.
4. Si tu colega no llega a sacarte de turno, puedes llegar a trabajar 24 horas seguidas
Imagina que trabajas toda la noche, van a ser las 8 AM, esperas a que tu compañero llegue y entregarle el turno. Si por algún motivo no llega tendrás que quedarte. No tienes alternativa. Por eso debes ser puntual y avisar con anticipación sobre tus ausencias, a nadie le gusta esperar tiempo de más.
5. Podrías llegar a tener hasta 80 pacientes
En los centros de salud más atiborrados, tus niveles de estrés podrían subir a niveles inesperados. Debes estar preparado/a para poder ocuparte del bienestar de 15, 30 u 80 personas en tu jornada si es necesario. Es un trabajo extenuante con casi nulos momentos de relajación, debes tener nervios de acero o también enfermarás.
Aunque no es justo que los enfermeros, doctores y auxiliares trabajen en estas condiciones, lamentablemente son una realidad.
6. Debes tener una excelente caligrafía
Si bien en varios hospitales ya se escribe a computador el pronóstico y tratamiento de los pacientes, en muchos otros aún utilizan un cuaderno para esto. Si no quieres pasar vergüenza, cuida tu ortografía y procura que todo lo que escribas sea entendible. Es también bastante normal sufrir de síndrome del túnel carpiano, ya que debes anotar todo lo que el resto del personal necesita saber.
7. Empatizar con la gente pero saber mantenerte distante
El punto más difícil de esta lista. Si tienes vocación para ser enfermero/a es porque te preocupa el bienestar y la salud de las otras personas y deseas ayudarles. Debes encontrar el equilibrio para conocerlos y entender su dolor, pero a la vez no involucrarte tanto, o podrías terminar sufriendo con cada uno de ellos. Es sabido que ciertos casos o personas no saldrán de tu cabeza en mucho tiempo, que algunas muertes te parecerán injustas y sentirás que pudiste haber hecho más, pero esa es la única clave en este trabajo. Las personas dependen de ti, esfuérzate, escúchalos y te sentirás bien contigo mismo.
¿Quieres saber más de enfermería? Lee este artículo sobre la ciencia del cuidado.