Para esta oportunidad le pedí ayuda a mi amigo Felipe Burgos, estudiante de medicina de la UdeC, quien tras horas de práctica menciona y detalla algunos de los sinsabores de su profesión. Muchos tienen la idea de que ser doctor es un privilegio, la puerta a un estilo de vida tranquilo económicamente y lleno de prestigio. Eso piensan sobre todo aquellos que entran a esta carrera y que sólo piensan en el signo $ es vez de cumplir un rol social o tomar la responsabilidad que requiere el ejercicio de su labor. A ellos hay que comentarles los gajes previos a alcanzar la titulación o lo largo de las jornadas, que dejan al médico con cero tiempo para el ocio o la familia, o los prejuicios que los pacientes tienen a veces de estos laborantes de la salud, tachados siempre de insensibles, fríos e irónicos. Para que entiendas mis palabras te dejo 14 momentos desafortunados para aquellos que se creyeron la película y ya se creen médicos hechos y derechos, cuando todos los días se aprende algo nuevo.
1.- Cuando muere un paciente y tienes que comunicárselo a los familiares
Tal vez uno de las situaciones más difíciles y sensibles, en las que de seguro los doctores quedan como los malos de la película, y que aquellos con poca experiencia creen que es fácil o un trámite, es decirle a alguien que padre, su hijo o madre murió, un cable a tierra que nos hace más humanos si realmente le tomamos el peso.
2.- Cuando un paciente se agrava bruscamente y eres el único que está cerca
De un segundo a otro tienes que tomar decisiones rápidas y nos sabes bien que hacer, aún peor lo que decidas va a ser de vida o muerte, por lo que estás obligado a nunca dormirte en los laureles, ser humilde y no creer que eres infalible.
3.- Que en clases te interroguen enfrente de todos y te hagan bolsa
Este es otro baño de realidad que nos puede hacer la universidad y que nos dice que aún falta mucho para lograr la excelencia.
4.- Cuidar a los amigos en exceso cuando no es necesario
Algo que suelen hacer los estudiantes de medicina es dar consejos a cada rato a sus cercanos respecto a lo que deberían o no hacer, cuando a veces ni si quiera hay problemas físicos y lo único que quieren es figurar.
5.- Hablan de sus estudios o experiencias todo el rato
Cada vez que conversas con ellos te hablan de que hicieron tal cosa en el hospital o te hablan en lenguaje doctoril, tal vez queriéndote dejar como un idiota que nada sabe.
6.- Más de 36 horas metido en el hospital sin dormir
El tiempo se hace más relativo de lo normal, pasan y pasan los pacientes, crecen nuestras orejeras y ya no hay ánimo de nada, cosa normal si no llevamos años en el rubro o aún no acostumbramos nuestro sistema a tales horarios.
7.- Que otros profesionales del área de la salud te ofrezca “pasarlo bien” y aceptemos
Si somos sobrados vamos a aceptar pensando que todo lo podemos, pero un no rotundo a veces es la mejor opción si queremos hacer bien la pega.
8.- Abusar de estimulantes cerebrales
En otras palabras, recetar pastillas y chao, lo más fácil a veces cuando no queremos adentrarnos en el problema del paciente, cosa muy de newbie inexperto que quiere dárselas de bacán cuando sólo se saca el cacho.
9.- El pánico antes de los exámenes de grado
Todos tienen terror a las pruebas, nadie se salva, y por mucha experiencia que tengas una mala noche o un error en los estudios puede significar la carrera, por lo que nunca hay que sobrarse o pensar que estamos listos, sobre todo al final.
10.- Cometer errores en una cirugía
Si somos muy sobrados vamos a creer que todo lo hacemos bien, cuando no hay cosa más difícil que concentrarnos y recordar todos los pasos a seguir en una operación, al tiempo que acatamos al pie de la letra las órdenes del médico jefe.
11.- Cuando un paciente sangra y no sabes de dónde
Según varios médicos es un error recurrente en los nuevos practicantes y que no es más que no saber de dónde viene la hemorragia, cosa que los estudios y la experiencia van cambiando y ayudándote en el camino.
12.- Cuando se complica un parto
Nada te prepara a tener que hacer una cesárea de urgencia o velar por la vida de uno u otro, la madre o el hijo, al momento de dar a luz, siempre va a ser difícil no importa si eres recién titulado o sénior.
13.- Sólo hablan con médicos o estudiantes de medicina
Están tan engrupidos que no aguantan hablar de otra cosa que no sea la pega, pues piensan que cualquier otro tópico es rebajarse.
14.- Dígame “doctor”
Les encanta que antepongan a su apellido el sustantivo “doctor” o “doc” cuando aún no terminan la carrera o lo hacen ellos mismos cuando se engrupen a otros, personas del sexo opuesto sobre todo.