Los estudiantes de psicología, ya desde el día uno como mechón suelen experimentar un síndrome al que llamaremos “El mal de sabiondo”. Este se caracteriza por creerse profesionales antes de tiempo, expertos en la materia y la disciplina, terapeutas experimentados y maestros del comportamiento humano aun cuando no han aprobado ni un solo ramo. Ojo – este síndrome no es propio solo de esta carrera, sino de varias más.
Estos son 14 momentos desafortunados que experimentan por culpa de ese mal.
1. Cuando ves a alguien actuar extraño y dices “esa persona es borderline o psicótica” y te preguntan ¿Cuál es la diferencia? Y justo a tu mente se le ocurre quedar en blanco.
2. Cuando le dices a tu mamá que es neurótica (porque realmente lo es) y se enoja.
3. Cuando llegas a la segunda semana de clases creyendo ser experto en la mente humana y tu profe te dice que aún no eres ni esperma de psicólogo.
4. Cuando tu amigo que terminó con su polola te empieza a pedir consejos de psicólogo y no se te ocurre una sola cosa que decirle para consolarlo.
5. Cuando hablas tanto de psicología, que tan pronto como alguien tiene una duda sobre la mente humana, te miran buscando una explicación.
6 Cuando te ofreces a ayudarle a tu vecina a cuidar a sus hijos mientras ella no está, y terminas estresado porque no puedes evitar reconocer todas las cosas que hicieron mal con su crianza.
7. Cuando contradices a tu profe porque tienes razón, y este se enoja.
8. Cuando contradices a tu profe y no tienes razón, y este te humilla en medio de toda la clase.
9. Cuando analizas a todo el mundo creyendo que eres un psicoanalista profesional, pero en realidad solo estás aburriendo a las personas.
10. Cuando tú mismo vas a terapia porque crees que tienes alguna estructura patológica de la personalidad y tu terapeuta te reta porque no debes auto diagnosticarte.
11. Cuando empiezas a dar consejos de psicólogo a tus amigos o familiares y luego te das cuenta de que ni tú mismo los pones en práctica.
12. Cuando llega el momento de hacer la práctica profesional y estás más nervioso que pavo en navidad.
13. Cuando crees ser el más sabio de los psicólogos hasta que otro “colega” ya titulado llega y te mira con rostro de ternura, como diciéndote “pequeñin, me haces tanto reír”.
14. Cuando finalmente te das cuentade que tú eres el más loco de todas las personas a las que quieres analizar.