Cuando se acerca el primer día de clases de un mechón, probablemente en su cabeza existe una nebulosa de preocupaciones que van desde las notas, los profesores y los compañeros nuevos. Si seguimos a la masa, no deberíamos tener problemas con estos puntos, el problema es cuando seguimos a la masa en los carretes, más aún en los carretes mechones. En este momento tenemos que caminar nuestro propio camino. Si queremos salir invicto de la caña moral que podría perseguirte el resto del año o incluso el resto de la carrera, mejor seguir estos consejos.
No porque sea gratis hay que volverse loco: Admitámoslo, a la mayoría, cuando le anteponen un gratis a cualquier cosa, ésta se vuelve irresistible. Pero este no es el momento. En la mayoría de los carretes mechones se les regala una cantidad de trago a los de primer año o incluso hay una barra libre. Recuerda, es la primera fiesta donde estarás conviviendo con tus próximos colegas, jefes, polola, pololo, amigos y gente que tendrás que ver por los próximos años. No quieres un espectáculo. Lo mejor es saber nuestros límites y tomar con mesura.
Conoce gente: El motivo principal de estas fiestas es el de reunir a los estudiantes de los distintos niveles y carreras. Aprovecha la instancia para agrandar tus redes sociales. Nunca se sabe cuando un conocido en tercero podría ser muy útil.
Baño: Totalmente necesario e indispensable, tienden a estar cerrados o ser cerrados a las pocas horas del carrete. Por lo mismo, tener un plan B, como encontrar otro u ocuparlo en un principio podría salvarte de una emergencia.
No lleves cosas de valor: Probablemente no tengas un lugar donde dejar las cosas bien guardadas, la guardarropía no tiende a ser una prioridad de los centros de alumnos al momento de planificar el evento, así que tenlo en cuenta. Nunca está de más un poco de cuidado con tus cosas.
Lleva el dinero justo: No lleves ni más ni menos de lo que quieras gastar. Podrías terminar detrás de una banca o con la billetera vacía.
Regula tus expectativas: Si bien será una de las mejores fiestas, no siempre está todo lo que uno espera: las bandas podrían no ser las mejores, el copete caro y la comida también. Mejor sorprenderse que decepcionarse.
Al final del día lo que cuenta es que lo pases bien, nunca volverás a vivir un carrete de primer año como un auténtico mechón. Por lo mismo, recordarás por siempre este evento, ¡intenta recordarlo como uno bueno!