Tomar ramos debe ser una de las tareas más engorrosas que te puede tocar en la U. El primer semestre todo es más fácil, porque la universidad se encarga de darte tu lindo horario, pero si logras avanzar al segundo semestre, eres tú el que debe tomar y organizar tus cátedras. Y ojo, siempre, pero siempre, van a existir problemas. Es una experiencia algo traumática que te lleva a pensar diferentes cosas, como por ejemplo:
1. La universidad no me quiere.
Aunque es medio cabro chico pensar eso, de verdad se te pasa por la mente. Cuando no puedes tomar ramos te sientes el ser humano más despreciado del mundo y crees que no te quieren en ningún lugar.
2. Siempre es culpa del sistema.
Es lo primero que te dices para quedar tranquilo. El problema no eres tú, es el sistema social en el que vivimos en donde las libertades sociales no son garantizadas por el estado y bla, bla, bla. En serio, por lo regular le echas la culpa al sistema para tomar tus ramos, cosas que a veces puede ser verdad u otras no. Vaya a saber uno si en realidad el problema está entre el teclado y la silla (Es decir, tú).
3. ¿Y si me equivoque yo?
Lo que decíamos en el punto anterior. Aquí ya comienzas a dudar de tu coeficiente intelectual. Te pasas todos los rollos posibles, desde que no sabes ocupar un computador hasta que a lo mejor escribiste mal tu clave para entrar al sistema. Tranquilo, tal vez algo estás haciendo mal, pero nada tan terrible como para que no se soluciones pronto.
4. Me voy a atrasar un año.
Otra de las cosas que puedes llegar a pensar si no controlas tu desesperación. No poder tomar ramos es pensar inmediatamente que estás fuera de la universidad, que algo tendrás que hacer el otro año. Tranqui, que aún podrás hacerlo, aunque sea vía secretaría.
5. ¿Y si realmente no pasé el semestre anterior?
Acá la cosa ya cambia. Tu nivel de paranoia por no poder tomar ramos te hace dudar de todo lo que hiciste el semestre pasado. A lo mejor pensarás que te echaste todos los ramos, que tus profes no subieron las notas, etc. Y lo peor: ¿Cómo se lo digo a mis papás?
6. ¿Me matriculé o no?
Ya pues, si fuiste con tu papá a matricularte y desembolsó una gran suma de dinero. A lo mejor se les olvidó ingresarte en el sistema o se perdió el comprobante de matrícula. Esta etapa es la peor porque comienzas a dudar hasta de cosas que estás seguro que hiciste.
7. No tendré ramos este semestre, tendré que trabajar.
Otra de las cosas nefastas que tu mente piensa. Tal vez tendré que trabajar porque no podré estudiar, tendré que buscar algo que me acomode, no tengo experiencia, etc.
8. ¿Y si mi computador es el malo?
Esta es una de las posibles soluciones a tus problemas y con esto te sientes mucho más tranquilo. Tal vez, si apagamos el computador, el módem del Internet y lo dejamos reposar unos 10 minutos, puede ser la solución.
9. ¿Por qué mis compañeros pudieron y yo no?
De nuevo vuelve la desesperación. El computador ya está prendido de nuevo y tienes mensajes de tus amigos en el grupo de WhatsApp comentado sus horarios, las ventanas que van a tener, tiempo para almorzar, profesores que les tocó. Y tú ahí, mirando la pantalla sin saber qué demonios sucede.
10. Tendré un horario pésimo.
Cosa que puede ser verdad. Piensas: "A lo mejor todos tomaron sus ramos y coparon los mejores horarios. Voy a tener una pésima semana y hasta tendré que ir los sábados". Tranquilidad, siempre queda algún cupo con tus amigos y en el horario que deseabas.
11. ¡Dejen de entrar a la página, la están colapsando!
De nuevo, la culpa es de los demás. Todos quieren tomar ramos y el sistema va a explotar en cualquier momento. Recuerda que tú también estás tratando de entrar de manera insistente, por lo que también eres culpable del posible colapso.
12. Ok, ya pude entrar.
Al fin los astros se alinearon y te dejaron entrar a tomar tus cátedras. La felicidad te embarga y hasta te burlas de los que aún no pueden hacerlo. Tu computador es el mejor del mundo y eres el más inteligente de todos. No te la ganó el sistema.
13. ¿Cuántos ramos eran?
Recién comienzas a pensar en eso. Qué horario tomaré, cuáles son los ramos más importantes, qué debo hacer para que queden bien inscritos, etc. Lo mejor es consultar antes de comenzar a hacerlo y también ponerte de acuerdo con tu amigos que ya pudieron. Ahora, debes poner atención y comenzar a trabajar la mente para que tu semana universitaria sea placentera.