Al ser una estudiante universitaria, gozo de un derecho privilegio otorgado por el Gobierno de Chilito. La TNE, más conocida como el "pase". ¿Por qué es tan sagrado para mí y un montón de estudiantes más? Por los $210 que nos sale un viaje en micro y en nuestro asqueroso pero rápido, excepto cuando vamos atrasados, metro. Y ya que ahora funciona los 365 días del año, lo podemos ocupar libremente en vacaciones.
Y ahí estaba yo, echada acostada en mi camita haciendo la hora para ir al médico. Tenía hora a la 1 con mi doctor favorito, un guapo jovenzuelo, por lo tanto tenía que emperifollarme lo más que pudiera. Pero como soy floja, me levanté como a las 12, haciendo malabares para bañarme y maquillarme en tiempo récord. Me miré al espejo, me sentía más linda que el sol, por lo que decidí salir. Tomé mis llaves y fui a buscar a mi billetera mi pase. No estaba. Y ahí empezó mi calvario.
Lo busqué en mi mochila, entre mis cuadernos (que no había tocado hacía un mes), en mi escritorio, en mi repisa, en el mueble de la tele, en la casa de los perros e incluso en los bolsillos del pequeño roedor (♥) que llamo sobrino. NADA. Recorrí toda mi casa y llamé a mi madre, la cual me dijo que estaba en una carpeta (WHAT?) y esto les parecerá bien raro, pero mi mamá no tiene el super poder de las mamás de saber donde está todo. Así que recurrí a mi carta maestra, la que siempre encuentra todo, mi salvadora en otras oportunidades, mi tía, quien en esta ocasión, me falló :( ya que no sabía donde estaba. Miro la hora y eran la una y cuarto. Holy sh*t. En ese momento no estaba desesperada, estaba hecha una furia, cuando no, y me puse a pelear con mi familia en nuestro grupo mediante Whatsapp. Volví a revisar todo como por quinta ex y fue cuando ocurrió el milagro y ví la luz. En la famosa carpeta estaba mi pase y por una vez en la vida, mi mamá realmente sabía donde estaba algo. Te amo mami ♥
Finalmente tomé la micro, me bajé y corrí cual Forrest Gump al centro médico. Lamentablemente, ya que la puntualidad no es una de mis cualidades llegué a las 2. Rayos. Cuando estaba toda derrotada en la sala de espera, tomando un pequeño aliento, aparece riéndose de mi situación, pero como le di pena, me atendió igual. Al rato mientras estaba en el baño, me di cuenta que todo mi maquillaje estaba corrido, estaba chascona y brillante por haber corrido tanto. Pero me habían atendido, asi que estababa de camino a tomar la micro cantando We are the champions de Queen felizmente cuando me di cuenta que no tenía plata. Y así, como diría el conductor de Chilevisión Noticias pensé... ¿Me estan Web*ando?!