La vida de los estudiantes se divide entre ramos por aprobar, muchas jornadas sentado en un pupitre, uno que otro carrete y también, las famosas disertaciones. Hay quienes parecieran tener un talento innato para salir adelante, exponer frente a sus compañeros, deslumbrar a la profe y todo sin que se le mueva un músculo. Lamentablemente, no todos tienen ese súper poder y eso de tener que hablar, frente a tanta gente a la vez, se vuelve una tortura momentánea. Para todos los que dilatan al máximo su salida a exponer en clases, a continuación encontrarán 14 cosas que pasan por tu cabeza cuando no alcanzas a disertar y te dejan para la otra clase.
1. Cuando empiezas a calcular que al parecer no alcanzarás a disertar, cruzas dedos, lengua, pelo y todo lo que se pueda cruzar, para quedar para la otra clase
2. Al notar que tú quedarás para exponer durante la otra clase, la primera reacción suele ser ¡Bien (inserte meme de niño empuñando la mano), me salvé!
3. "Voy a tener más tiempo para corregir los errores de mi presentación (o para hacerla toda de nuevo)"
4. Y se te ocurre que tal vez, si sigues al pie de la letra la fórmula utilizada por el primer grupo que disertó, tendrás el éxito asegurado
5. Pero después de un rato, comienzas a pensar en la lata que será prepararse de nuevo para presentar
6. "¿Y si los nervios terminan ganándome de acá a la otra clase?"
7. "Pucha, debería haber sido primero para salir luego del cacho"
8. "¿Y si el profe se pone más exigente para las próximas disertaciones?"
9. "¿Qué pasaría si la otra semana tampoco alcanzo a disertar?
10. Si la presentación es en grupo, te pones a pensar: "¿y si mi grupo me deja solo?"
11. Y si es una presentación individual, reclamas de manera interna porque te habría gustado que fuera en grupo
12. Si te pones demasiado nervioso a la hora de disertar, piensas si aún estarás a tiempo de inventar una enfermedad al estómago (y si el o la profe te aguantará esa mentirilla piadosa)
13. Luego de desear tanto quedar para la otra clase, te arrepientes de no haber salido el primer día a exponer
14. Cuando por fin llega tu turno de salir adelante, durante la otra clase, todo pasa demasiado rápido como para recordarlo. Lo bueno, es que al final igual salvaste con la nota
Y tú ¿en qué piensas cuando tienes que disertar?