Ahorrar es difícil. Especialmente en esta etapa cuando comienzas a ganar algo de dinero por tu cuenta y nunca antes lo habías administrado. Sin embargo, durante la época universitaria tenemos la posibilidad de errar y empezar de nuevo, sin dejar marcas perjudiciales. Es por ello que a continuación puedes tomar nota de 7 útiles consejos para ahorrar siendo universitario -y no morir en el intento-.
1. Si trabajas, no le digas a nadie cuanto ganas
Lamentablemente si quieres ahorrar, uno de los peores errores es contarle a los demás que tienes dinero. Bien sabemos quienes trabajamos que cuesta obtener "plata", es por lo mismo que este punto no se trata de ser "apretado"; si no, que valorar el esfuerzo que tú mismo estás haciendo día a día honestamente para ahorrar.
Cuando los demás saben que tienes dinero -especialmente los familiares- inevitablemente te pedirán en algún momento, y no hay nada más incómodo que cobrarle a una mamá o un hermano. Es mejor guardar silencio y guardar la "platita" con cuidado.
2. Abre una cuenta de ahorro en donde no puedas girar el dinero
Hay cuentas de ahorro en las que sólo puedes girar en caja y no cajeros, como también hay otras que sólo después de un plazo definido. Estas cuentas son perfectas para evitar que te tientes con sacar lo que tienes ahorrado.
3. Haz una lista de las cosas en las que invertirás
Este punto es muy útil. Una semana antes de recibir tu pago o mesada (para los más afortunados), haz un listado de las cosas en las que vas a invertir, así puedes calcular cuánto gastarás, cuánto te quedará para el mes y cuánto puedes ahorrar. Si haces esta lista con tiempo, te darás cuenta si existen gastos innecesarios dentro de ella.
4. Disminuye/elimina el consumo de alcohol, cigarrillos y comida chatarra
Los peores enemigos del bolsillo: copete, cigarros y chatarra. Quienes gustan de estos tres (o alguno de ellos) suelen gastar mucho dinero al mes en ellos. Lo que es peor aún, son pésimas inversiones para tu salud y, al momento de comprarlos, uno suele obsesionarse y adquirir más de la cuenta.
Incluso, si lo piensas bien, consumirlos es como un ahorro a la inversa: te terminarás enfermando y gastando un dineral en recuperar tu salud.
5. Cuando recibas excedentes, guárdalos
Si tenías planeado ganas $100 mil y recibiste $150 mil -por ejemplo-, guarda inmediatamente los $50 mil restantes. Ya habías planificado tus gastos en base al primer monto, todo lo que "se te ocurra" gastar con lo restante, suelen ser gastos inútiles y del momento.
6. No adquieras tarjetas de crédito
Si las tienes, paga lo que debes y elimínalas. Si aún no tienes, no caigas en la tentación: una vez en tus manos, te darás cuenta que puedes comprar cualquier cosa con ellas y, al final, vivirás endeudado pagando intereses. Es mejor ahorrar para comprar algo que sacarlo al crédito (lo digo por experiencia).
7. Reemplaza gastos elevados por otros menores (o elimínalos)
Este punto parece algo obvio, pero quizás no te has dado cuenta que estás pagando $20 mil en un plan de teléfono que, en otra compañía- pagarías $15 mil -por ejemplo-. Cualquier gasto constante y mensual puede ser resuelto en una opción más económica.
Otro ejemplo clave es el almuerzo. En vez de gastar $3 mil diarios en comprar algo, puedes ir al supermercado y elaborar tu propia comida. Ya verás como tu bolsillo se alivianará y te dará espacio para ahorrar.