La sociedad en que vivimos se caracteriza por presionarnos a ser exitosos en todo sentido. Desde niños ya se nos enseña que debemos ser competitivos y que el fracaso es algo imperdonable. Ese equivocado concepto sobre el sentido de la vida hace que surjan muchos prejuicios sin sentido. Uno debería saber que la vida no es blanco y negro sino que está llena de matices y posibilidades. En ese sentido a nadie debería extrañarle que muchos jóvenes estén optando actualmente por independizarse a una edad más adulta. Algunos lo hacen por necesidad y otros por simple comodidad. Como todo en la vida, vivir con los padres después de los 25 años puede tener algunas ventajas y desventajas, aunque todo depende del cristal con que se mire.
Como experiencia personal puedo decir que hace poco cumplí 30 años y aun vivo con mis padres pero eso no ha sido un gran problema. No negaré que en algún momento me cuestioné el hecho de ser profesional y no haberme independizado jóven, pero luego comprendí que en el fondo aun no sentía la necesidad y que si lo hacía era más que nada por los comentarios de otros que por lo que yo pensaba realmente sobre la situación. Analizándolo bien, hace un par de años no ganaba tanto dinero y creo que de haberlo concretado en ese tiempo hubiera sido un error más que un acierto. Por lo mismo, un buen consejo sería que lo pienses bien (haz una lista de pros y contras si quieres) y revisa detalladamente si res conveniente que te vayas de la casa de tus padres, especialmente por el tema económico, ya que vivir solo implica muchos gastos.
Otra cosa que puedes hacer es conversar el tema con tu familia y ver opciones. Es verdad que la decisión es tuya, pero si tienes la suerte de tener una familia que te apoya, no tiene nada de malo pedirles consejos. En el caso contrario, si vives con tios o con algún amigo, tendrás un poco más de libertad para decidir tu vida futura. En mi caso, decidimos construir una pequeña casa en el patio trasero porque la verdad yo no quería estar separado de mi familia, además, no tenía novia en ese tiempo y mi sueldo tampoco me permitía darme grandes lujos. Lo bueno es que con lo poco que ganaba podía vivir cómodamente y sin pagar arriendo lo que me facilitó mucho las cosas. Eso sí, cuidado con las madres sobreprotectoras que nadie quiere terminar como el director Skinner de los Simpsons.
La decisión de no irme de mi casa tampoco pasó por un asunto de simple comodidad ya que influyó una situación familiar en donde uno de mis familiares se encontraba mal de salud. Situaciones así también condicionan el irse ya que uno quiere cuidar a sus padres o hermanos. Sobre eso, supongo que cada persona deberá decidir dependiendo de su propia experiencia personal. Aunque nunca se debe olvidar que la familia es algo primordial y que aunque se viva solo no debe descudiarse tanto.
Otro punto importante es que al vivir en la casa de tus padres se limita mucho el tema de las citas y los amigos ya que no es lo mismo llegar con una mujer a la casa después de los 21 años que cuando tenías 16. A eso súmale que sea
después de las 12 de la noche y unos tragos demás no puedes estar llegando mientras tus padres están sentados en el living viendo Morandé con Compañía. Sin
duda eso te quitará muchos puntos con ellos y con la chica. Así que atento con eso.
Algo positivo de vivir con tus padres es que el dinero siempre sobra y si eres inteligente puedes ahorrar bastante para tu futuro. Lo malo es que uno también puedes caer en la tentación de gastarlo en cosas innecesarias. entonces sería prudente que ahorraras o incluso que aprovecharas para ir depositando en una cuenta para la vivienda. Ahora, tampoco se debe ser descarado. Si estás ganando plata y vives con tus padres, al menos colabora pagando la luz, el agua o el pan que sea.
Como puedes apreciar vivir con los padres es algo mucho más común de lo que parece y al final independizarse dependerá de muchos factores externos. Lo importante es que si tomas la decisión sea a conciencia y ojalá después de planificarla lo mejor posible de los contrario lo más probable es que termines volviendo con "cola entre las piernas" al lugar de donde quisiste emigrar.