Cuando entramos a una carrera por primera vez, llegamos llenos de sueños y expectativas: será muy difícil, que aprenderé, que amistades haré, como serán los profes. Sin embargo, muchas veces en el transcurso nos damos cuenta de que la carrera que elegimos no es para nosotros y podemos llegar a sentirnos frustrados, e incluso hasta perdedores. No está demás decir que esto no es así.
No serás ni el primero ni el último.
En Chile, la tasa de deserción universitaria es alta: un 30% de los estudiantes de pregrado deja la carrera en el primer año, por lo que si estás empezando a cuestionarte, tienes que saber que no eres, ni por poco, el único.
Es una decisión difícil ya que hay muchas expectaciones puestas, y a veces la presión de los padres influye en nuestras decisiones. Debes estar consciente de lo que quieres y sopesar los pros y los contras para que tomes una decisión imparcial, basada simplemente en lo que tú quieres. Tienes que recordar, que es tu futuro el que está en juego, y que estos 5 o 7 años de universidad definirán mucho de lo que será tu vida adulta.
¿Cómo decido?
Imagínate a ti mismo en unos 5 años más. Piensa en lo que ves ¿Qué estás haciendo? ¿En donde estás? ¿En que trabajas? ¿Eres feliz? Todas estas preguntas te ayudarán a resolver el conflicto. Si no estás a gusto ahora con lo que estás estudiando, hay muchas probabilidades de que eventualmente tampoco te sientas conforme ya una vez en el trabajo, y esto te hará un profesional con poca motivación e interés por lo que hace.
Dinero y preferencias
El factor económico es importante, muchas veces entramos a ciertas carreras pensando en nuestro futuro bolsillo porque esta nos asegura estabilidad. Es cierto que esto debe ser considerado al pensar como queremos que sea nuestra vida, y para el bienestar de nosotros mismos como adultos, sin embargo no debes dejar de lado tus ideales, tus metas, tus motivaciones por sobre unos pesos más o unos pesos menos. Intenta buscar una ocupación que equilibre ambas cosas.
Convérsalo con tus padres
Lo mejor que puedes hacer es comentarles a tus padres tus inquietudes para saber lo que opinan. Puede que al principio se impresionen o preocupen, pero al final te entenderán si les explicas que lo que estás estudiando no es lo que te apasiona. Busca un momento en que estén tranquilos y convérsalo con ellos. No pierdes nada.
Opciones para no perder el año
Si te has decidido a cambiarte de carrera pero no quieres perder todos los ramos que cursaste y aprobaste con tanto esfuerzo, es totalmente entendible. Para esto, algunas universidades ofrecen algunas opciones para no perder el año.
Traslado de carrera
Una de las opciones que ofrecen las universidades es cambiarte a otra carrera de interés dentro de la misma universidad. Para esto, te piden tener buenas notas, buena conducta, y en algunas ocasiones una entrevista. Si tomas esta opción, si bien estarías iniciando de nuevo, el cambio sería más sencillo porque ya conocerías el ambiente de la universidad y puedes seguir compartiendo y juntándote con tus antiguos compañeros sin perder el contacto.
Traslado de universidad
También llamado traslado interuniversitario, esta opción te permite cambiar de universidad pero no de carrera. Uno de los principales requisitos es tener buenas notas en tu carrera anterior, por lo que el año cursado igual valdrá la pena. Además te piden certificados de conducta, cartas de recomendación, notas del liceo, entre otras cosas. Una vez aceptada tu solicitud, se evalúa la posibilidad de convalidar ramos comparando ambas mallas curriculares.
Muchas veces nos gusta la carrera pero no la universidad, la ideología que esta imparte, el ambiente, los profes, etc. Para esos casos, esta opción es bastante útil ya que te permite entrar a la misma carrera de tu interés.
Cambio por PSU
Si ninguna de las 2 opciones anteriores te sirve o convence, siempre puedes usar tu puntaje PSU del año anterior para postular como si entraras a primero en tu nueva carrera, y ya dentro convalidar algunos ramos. Las ventajas de este método es que entrarás con los mechones, es decir, a un curso que no está conformado aún por lo que te será más sencillo hacerte de un grupo de pares ya que en apariencia, están todos igual de perdidos que tú, con la diferencia de tú ya tendrás experiencia con la universidad.
Finalmente, no te desesperes ni te desanimes. Tomate las cosas con calma y deja un momento para reflexionar antes de actuar. Recuerda que el tiempo es relativo y perder uno o dos años en una carrera que no terminaste a la larga no significan nada si te sentirás bien contigo mismo y con lo que haces después. Eres joven aún, y aunque los medios, tus padres, tus profesores, y la sociedad hagan parecer la elección vocacional un tema tan sencillo, nosotros que estamos experimentando este proceso sabemos que no es así. Elegir una carrera es una gran decisión, pero si estás siguiendo a tus instintos, tus deseos y tus metas, sin duda que estás tomando el camino correcto.