Muchas veces el currículum no es lo que nos juega en contra al momento de buscar trabajo; sino más bien, la forma en cómo nos desenvolvemos en una entrevista y los términos que usamos al momento de interactuar con el reclutador.
Pensando en ello, el sitio de negocios Business Insider elaboró una pequeña guía con varias palabras que terminan por alejarnos de aquella vacante y que hacen que los empleadores no nos vean como la persona más idónea para ser parte de la compañía. ¿Quieres saber cuáles son? Pon atención.
1. “Dinero”, “sueldo”, “pago”, “compensación”, etc:
Nunca hables de plata en la primera etapa de la entrevista, pues parecerá que es eso lo único que te importa.
2. “Puntos débiles” o “errores”:
Nunca te refieras estos temas a menos que el entrevistador te lo pida.
3. “Necesito:
Por nada del mundo vayas a decir que tu motivación para obtener el puesto es que “necesitas” trabajar
4. “Gratificaciones” o “beneficios”:
Aunque es muy probable que tu interés por trabajar en algún empresa, se deba a los beneficios que ésta tiene con sus empleados, el reclutador no tiene por qué saberlo.
5. “Terrible”, “horrible”, “odio”, etc:
Las palabras negativas deben quedar fuera de una entrevista de trabajo. Por lo mismo, nunca utilices estos términos para referirte a tu trabajo anterior y menos a tu ex jefe.
6. “Bien”:
Cuando las preguntas se refieran a tus emociones o a tu estado actual, nunca debe debes responder con un “bien”, ya que es considerado un término bastante vago, coloquial y que suele usarse en exceso.
7. Groserías o improperios:
Aunque la confianza y el estar relajado es algo que se recomienda en estos casos, nunca debes confundir aquello con los improperios o garabatos. Eso hará que te veas como una persona con una vocabulario pobre y con pocas habilidades comunicativas.
8. “Divorciado”, “embarazada”, “enfermo”, etc:
Lamentablemente, referirte a tus problemas o la situación compleja por la que estás pasando, generará la sensación de que tu vida personal afectará tu desempeño laboral.