Luego de intensas negociaciones que se llevaron a cabo hasta ayer, mañana se vota en el Congreso la glosa presupuestaria de gratuidad de la educación superior para 2016, que incluye varias indicaciones que el Ejecutivo incluyó en los últimos intentos por generar consenso dentro del sector oficialista.
En este contexto, el Gobierno planea reducir el Aporte Fiscal Indirecto (AFI) a la mitad, con el objetivo de redistribuir la mitad restante en base a otros criterios, entre las universidades que accederán a la gratuidad en 2016, como aumentar la Beca Nuevo Milenio, destinada a estudiantes de CFT e IP.
El AFI es un fondo de cerca de 25 mil millones de pesos que se reparten entre los planteles que capten a los cerca de 27 mil 500 estudiantes con mejor puntaje PSU, sin embargo, ha sido fuertemente cuestionado por contribuir a la competencia entre las universidades y porque no sería un aporte significativo para las mejoras que necesitan llevar a cabo las instituciones de educación superior.
Es por eso que el Gobierno busca reorientar la distribución de este fondo y, así, conseguir el apoyo de los sectores reticentes a aprobar esta sección del presupuesto de Educación, pero la medida también generó algunos detractores, como el vicepresidente del Cruch, Aldo Valle, quien afirmó a La Tercera que “no es posible dejar sin efecto el AFI de un año para otro. Nuestras universidades tienen considerado ese aporte y para muchas representaría un gran desfinanciamiento".