Sin duda gran parte de nuestros profesores poseen una gran vocación docente: están dispuestos a aclarar las interrogantes de sus alumnos en cualquier momento, incluso después de los horarios de clase. Pese a lo anterior, la paciencia de los maestros no es un recurso infinito y muchos terminan por aburrirse de hacer clases. A continuación, te presentamos 10 situaciones que sacan de quicio a los profesores universitarios.
1. Risas
No es un secreto que a los profes les enferman las risotadas en medio de su clase. Desde que estábamos en kinder, los profesores han tratado de luchar contra la risa y las burlas que interrumpen su salón y contagiaban a todo el alumnado. Si antes era difícil, los aparatos tecnológicos han hecho que esta labor sea mucho peor.
2. Chatear en celulares
Como si las distracciones fuera de la ventana del aula no fueran suficientes, los celulares empeoraron todo. Si bien cuando éramos preadolescentes los profesores podían quitarlos con facilidad o echarnos de la sala y poco nos importaba, ahora es más doloroso que te expulsen y perderte justo la materia que entraba en el certamen.
3. Las conversaciones
La comunicación es inevitable en los seres humanos, pero hay que reconocer que ciertas personas parecen jamás callar, llegando a sacar de quicio a sus compañeros y profesores.
4. Dormir
Todos tienen un compañero que llega a clases, se sienta y cae en los brazos de Morfeo al instante: aunque él asegure solo estar descansando, todos logran oír sus ronquidos de placer. Razón suficiente para irritar al profesor.
5. La impuntualidad
Desde los tiempos más remotos de la educación, este ha sido un problema el cual muchos padecen y siempre inicia discusiones entre profesores y alumnos: ruegos, promesas, peleas y muchos más. Sin embargo, es la gotera de alumnos atrasados lo que termina por enojar al docente.
6. Que se caiga el sistema
Las clases ahora son más modernas, es por eso que los profesores utilizan múltiples plataformas para explicar las materias, pero la mayoría de estas dependen de computadores para funcionar. Sólo hace falta que falle un reproductor de vídeo o que Windows comience a actualizar para volver loco a cualquier profesor.
7. Alumnos carreteros
Infaltable aquel compañero que después de una juerga de fin de semana se presenta el día lunes con un olor a cantina inconfundible: esa carcaterística esencia a alcohol puro y tabaco que inunda la sala. Como si eso no fuera suficiente, por lo general este personaje distrae al curso, habla fuerte o simplemente cae dormido sin remedio. No hace falta ser un genio para saber que eso sacara de sus cabales a cualquier profe.
8. Un curso grande
El profesor, al igual que sus alumnos, solo desea llegar a su hogar a descansar después de un largo día de clases, pero esto no sucede muy luego cuando enseña a un curso muy grande. Revisar informes, correos y certámenes se convierte en una labor muy ardua para una sola persona.
9. Armar grupos
Siempre es necesario conformar grupos para realizar actividades en casi todas las carreras. Sin embargo, el profesor dice: "formen duplas", pero el típico trío de amigo no quiere separarse y comienza la discusión rogando para poder estar juntos como si fuera el fin del mundo.
10. Los arrastrados
Llega la hora de recibir las notas de los certámenes y ¡sorpresa!, sacaste un 3.8: ahora comienza la lucha para conseguir esas 2 décimas restantes. Las suplicas al profe, casi como acoso, buscando cualquier "trabajito" para hacer, solo consiguen irritarlo aún más.