¿A quién no se le ha roto la pantalla del celular alguna vez? Si te fijas en tu entorno, cada vez es más común encontrarse con personas que sufren la dolorosa pérdida de su teléfono móvil porque se cayó una vez y la pantalla estalló en mil pedazos.
Esto, paradójicamente, se debe al avance de la tecnología. ¿Cómo? Bueno, cuando vas a comprar un smartphone, no solo buscas el que tenga la mejor cámara frontal para sacarte selfies o un sistema operativo que te acomode más, sino el que tenga mejor diseño, esto es, lo más grande y plano posible.
Resulta que estas características, que le dan cierta “elegancia” al celular, no van de la mano con la resistencia de la pantalla, y mientras más los usemos (¿es posible usarlos más?) más posibilidades tenemos de quebrar la pantalla. Es decir, es inevitable.
"La solución sería que los teléfonos se hicieran más grandes y pesados, pero sin una gran innovación o avance tecnológico, será difícil hacer un teléfono realmente resistente en el tamaño que la gente quiere", señala Rick Osterloh, presidente de Motorola.
Samsung y iPhone, los principales fabricantes de smartphones en el mundo, en sus modelos más recientes están usando una mezcla de zinc con aluminio para lograr que marcos de pantalla absorban los golpes sin dañar el vidrio. Estas pantallas se hacen con vidrio fortalecido con iones de potasio, que son grandes y se compactan para crear una superficie mucho más resistentes que en modelos antiguos.
Sin embargo, el constante adelgazamiento de los smartphones en la actualidad sigue contrarrestando estos avances en la dureza de las pantallas así que, si no estás dispuesto a cambiar tu moderno celular por uno básico y con teclas, mejor opta por una cubierta de pantalla y ojalá que sea dura, porque estas proporcionan mucha más protección a la pantalla de tu teléfono móvil.