Si eres de los que cada noche antes de acostarte prenden la tele para romper con el silencio nocturno, te tenemos malas noticias: un estudio realizado por la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) afirma que dormir frente al televisor encendido puede inducir una depresión severa.
En un experimento realizado a un grupo de hamsters que se dividió en dos, un grupo durmió por 8 semanas en completa oscuridad, mientras que el otro grupo durmió expuesto a una luz equivalente a la que emiten un televisor encendido en una habitación a oscuras.
El resultado es sorprendente: los hamsters que durmieron expuestos a este brillo durante la fase de sueño desarrollaron un adelgazamiento de una zona del hipocampo, en el cerebro, es decir, una desconexión de las neuronas de esa área que provocó fuertes cambios de ánimo e incluso depresión severa.
Además se registraron secreciones irregulares de melatonina, que es la hormona que regula el ciclo sueño-vigilia y que, en estos casos, afecta el estado de ánimo. En ese sentido, la emisión de luz durante nuestras horas de sueño no permite que el cerebro asimile que es hora dormir y sigue funcionando.
“Cuando no logramos un estado de relajación profundo, nuestra amígdala cerebral trabaja de manera irregular, generando que nos sintamos deprimidos o de mal humor al día siguiente”, dijo el especialista en temas de sueño, el Dr Guy Meadows, al portal de noticias Daily Mail.