No cabe duda que entrar y mantenerse en la universidad es un desafío. Los innumerables certámenes y responsabilidades, muchas veces terminan por superar el ánimo y capacidades personales del alumno. Es por ello que las enormes situaciones de estrés o acontecimientos inesperados muchas veces provocan que los estudiantes pensemos en la posibilidad de congelar, pero ¿cuándo debemos hacerlo?.
A continuación, conoce 10 señales que te indican que deberías pausar tus estudios en vez de continuar sufriendo o esforzándote demás.
1. No te motiva ir a la universidad
Si antes eras de los que llegaba a las ocho en punto y entregabas todos los trabajos de la universidad con anticipación y ahora ni siquiera tienes ánimo de levantarte para ir, quizás debas tomarte un respiro. Obligarte a asistir a clases, terminará por desencantarte de tu carrera. Mejor congela y continúa después.
De todas formas, es importante que dediques este tiempo a la refección sobre tu futuro profesional y aproveches de realizar también otras actividades. No dejes que tu cerebro se detenga.
2. Se te agotó el dinero
Estudiar en Chile es carísimo. Pese a que existe la opción del crédito, es mucho más amigable con el bolsillo pagar al contado cada mes (aunque parezca paradójico). Sin embargo, las situaciones económicas cambian y, aunque el esfuerzo de tus padres (o tuyo) sea enorme, si ya no te alcanza para pagar y te estás sobreendeudando, dale un respiro a tu bolsillo.
Dedica el tiempo libre a encontrar un trabajo y juntar dinero, para que esto no te cause un dolor de cabeza el siguiente semestre.
3. Estás sacando pésimas calificaciones
Cuando algo no nos gusta o sobrepasa se nota en el promedio. Si estás sacando notas muy malas, pese a que estudias un montón, es mejor que anules o congeles el semestre. Es peor reprobarlo.
Al igual que en el primer punto, tampoco desaproveches el tiempo libre: intenta realizar otras actividades para mantenerte "despierto".
4. Quieres viajar
Parece casi una irresponsabilidad dejar de lado los estudios por "pasarla bien". Sin embargo, hay oportunidades únicas en la vida que no pueden esperar. Si quieres viajar, y tienes el ánimo y dinero para hacerlo, faltándote sólo el tiempo, quizás deberías considerar congelar. La vida es sólo una y aún eres joven: la experiencia del viaje te puede dejar grandes experiencias y aprendizajes.
5. Tienes problemas de adicción
Este punto es grave, en comparación a los demás, pero igual de importante. Ser adicto a alguna sustancia tóxica (alcohol, drogas u otros) es una situación que cambia totalmente tu vida... incluyendo en esto tu rendimiento académico. Llegar a clases ebrio o drogado, no sólo provocará que repuebes todas las asignaturias, sino que además dejará una impresión de ti muy mala entre tus futuros colegas y profesores.
Es mejor que te trates con un especialista y luego continues tu sueño profesional. La imagen que proyectas durante la formación, afectará la manera en que te considerarán en un futuro.
6. Tú embarazo está muy avanzado
Es verdad: estudiar embarazada es totalmente posible. Obviamente, estar encinta no es sinónimo de padecer de una enfermedad; sin embargo, es complicado ir a clases cuando el embarazo está muy avanzando (al punto de ser riesgoso en algunos casos).
Imagínate, por ejemplo, entrar a marzo con siete meses de embarazo. El cansancio propio de esta etapa y la necesidad de estar tranquila, no te dejarán disfrutar el proceso. Mientras que, por otra parte, inevitablemente tendrás que suspender algunas semanas luego del parto.
7. Tienes un muy buen trabajo
Está bien: el dinero no es lo más importante. Aún así, hay ocasiones en la vida que necesitas contar con algunas lucas para mantenerte. Si eres padre o mantienes a tu familia, entenderás totalmente este punto.
Sin embargo, lo anterior es sólo para juntar el dinero y trabajar al máximo por un tiempo que te permita ahorrar y mantener la situación económica. No termines por desperdiciar la oportunidad de estudiar al siguiente año.
8. Te sientes muy inmaduro
Los desafíos universitarios te quedan grande y aún no dejas de decirle "tía" a la profesora. No sabes como tomar apuntes y estudiar a última hora antes del certamen. ¿Es tu caso?, quizásestás muy inmaduro para asumir la educación superior y necesitas congelar para madurar antes de continuar y reprobar todo.
9. No tienes buena relación con tu curso
Aunque no lo creas, es importante que te lleves bien con tu curso. En algún momento te tocará hacer grupos con algunos de tus compañeros y, si te llevas mal, la experiencia puede que no sea muy grata. Congelar no te garantizará que el siguiente curso sea mejor que el anterior, pero al menos, te dará una segunda oportunidad para ser sociable.
10. No estás seguro de lo que estás haciendo
Si no sabes para donde va la micro, no entiendes tu carrera y tu cabeza está en cualquier lado menos en las clases, congela. No tiene sentido estar perdido haciendo cosas que ni siquiera sabes si te gustan o no. Date un respiro y entra con las pilas puestas al siguiente semestre.