Esa imagen del joven cargando libros en sus brazos mientras sube una ancha escalera para atravesar la entrada de la universidad para impregnarse de conocimientos, no es más que un absurdo cliché que no dura más allá de los dos primeros días de clases. Una vez que eres parte de la educación superior, te das cuenta que hay ciento de cosas por las que nadie te advirtió. A continuación, conoce 10 cosas que nadie (o pocos) dice de la universidad.
1. Los horarios siempre se extienden
Si recibiste un horario cuando comenzaste las clases, probablemente este se extienda con ayudantías, recuperaciones o cambios inesperados del profesor. Ellos creen que tienes todo el tiempo del mundo.
2. Siempre se debe guardar la hoja de calendarización
Esa típica hoja que nos entregan a principio de año o semestre, nos puede salvar en momentos de apuro: profesores a los que se les ocurre hacer un test sin avisar o alguna evaluación de un libro, todo está avisado en esa olvidada hoja.
3. Debes tener cuidado al abrir la puerta de un baño
Especialmente si eres mujer, probablemente estés llegando tarde a la universidad pero tus ganas de ir al baño son primordiales. Corres al primer baño y empujas la puerta... ¡Ups!, una niña estaba antes que tú y están en la incómoda situación en la que figuras tú desabrochándote el pantalón y ella sentada intentado orinar. Mal.
4. No olvides traer tu colación desde la casa
En la universidad se aprovechan y cobran excesivamente por productos chatarra, pancitos o cigarros (incluso). Es mejor que compres tu almuerzo afuera o lo traigas preparado desde tu hogar. Cuida tu dinero.
5. Nuca pidas permiso para ir al baño
Suena ridículo para quienes ya estamos en la universidad, pero es un punto importante. Todos estamos acostumbrados a pedirle permiso a la profesora para ir al baño durante la enseñanza básica y media; pero en la educación superior, probablemente el docente te conteste: "No quería saber tanto".
6. Puedes esconderte al fondo de la sala y dormir
Si en el colegio el profe dejaba caer un libro en tu mesa cuando dormías, en la universidad basta que busques un asiento en la esquina al fondo de la sala y prepares tus libros para una mágica aventura en brazos de Morfeo.
7. ¡No hay que olvidar revisar el maldito correo!
El correo siempre lo sabe todo. Si se suspendió una clase, si tienes tarea o hay alguna actividad, es al primer lugar en donde se te informará. Intenta vincularlo a tu celular o toma la costumbre de entrar y revisarlo siempre.
8. Intenta aprovechar todos los libros
La mayoría de las universidades tiene biblioteca. Y gran parte de ellas tienen una rica colección de libros. ¡Aprovecha! y lee los que más te tinquen, aunque sean de una lectura relajada o liviana, cuando egreses no tendrás esos estantes dispuestos para ti.
9. No todo será fiesta
Los gringos por mucho tiempo nos han mostrado que la universidad es sinónimo de fiesta. Si bien puedes tener ventanas y espacios para beber y salir con tus amigos, ya nada será como antes: la preocupación o "culpa" porque tienes una evaluación en un par de días o a idea de levantarte temprano, te arruinará parte del carrete.
10. Aprovecha las impresiones
Aprovecha todas las impresiones que te dan en la universidad... y si no tienes mucho que imprimir, envía 100 hojas en blanco y tendrás una especie de resma para llevarte a tu casa. ¿Qué?, finalmente estás pagando todo eso.