Cuando decides irte de intercambio al extranjero, vas con la idea de estudiar, conocer gente, aprender un idioma e impregnarte de otra cultura... o al menos eso es lo que le haces creer a todo el mundo, si solo te interesa encontrarte con tu cyberpolol@ e ir a al concierto de tu banda favorita. Lo cierto es que por el solo hecho de estar lejos del nido, terminas también aprendiendo importantes lecciones de vida y conociéndote mejor a ti mismo, por más cliché que todo eso te parezca. En la siguiente lista te mostramos 20 cosas que aprendes sí o sí al irte de intercambio:
1. La independencia es lo máximo.
Arreglárselas por uno mismo la lleva, pero no olvides que «un gran poder conlleva una gran responsabilidad».
2. Ampliarás tu visión de mundo.
Vivir unos meses en otro país abrirá tu mente más que cualquier cátedra filosófica, sermón de gurú o libro de Pilar Sordo existencialista.
3. Conocerás el verdadero valor del dinero.
Cuando tienes que hacer milagros para que la mesada aguante hasta fin de mes, verás que el dinero no lo es todo, pero pucha que ayuda.
4. En ocasiones te sentirás estereotipado...
Quizás pases piola, pero algunas personas igual te verán como el típico narco latino de serie gringa, o una especie de Shakira+Frida Kahlo.
5. ...Y te darás cuenta de cuánto tenemos en común con los vecinos latinoamericanos.
Tus amigos sudacas comprenderán tu amor por el fútbol, el manjar, la fruta de estación y en general todo lo barato.
6. Descubrirás la amabilidad de la gente.
Siempre habrá un lugareño dispuesto a explicarte todo con peras y manzanas, hasta el punto en que te hacen sentir "ezpezial".
7. El inglés es el idioma universal.
Estando de intercambio es común que conozcas gente de muchos otros países, y ahí verás la utilidad de chapurrear algunas frases en "inglich", así que let's go and #FollowTheLucho.
8. No hay comida como la de tu casa.
A menos que en tu casa cocinen muy mal.
9. Te sorprenderás de tu capacidad para sobrevivir comiendo chatarra.
En realidad tienes tres opciones: (1) aprender a cocinar, (2) acostumbrarte a la comida local, y (3) comer chatarra. Todos sabemos cuál elegirás
10. La ropa limpia es un lujo infravalorado.
Lavar la ropa es una ciencia que tendrás que dominar si no quieres pasar todo tu intercambio con el mismo pantalón pasado a rodilla.
11. El carrete es un lenguaje universal.
A menos que estés de intercambio en un lugar ultra conservador (¡¿por qué querrías ir allí?!), siempre encontrarás quien te apañe con un baile o unas chelas.
12. A veces, un buen mapa old school puede salvar el día.
No confíes en que tu smartphone con GPS siempre te salvará el pellejo; nunca está demás una pequeña guía o un mapa impreso de tu nueva ciudad, que incluya tu casa, las rutas de transporte, y los lugares que frecuentas.
13. Tener rasgos "exóticos" puede ser un plus en el exterior.
Suele pasar. Quizás acá tengas "cara 'e ná", pero en Finlandia o Singapur podrías ser un latin lover o una diosa mestiza. O tal vez tu cara de nada siga predominando.
14. Aprenderás a convivir contigo mismo.
Al estar solo en otro lugar del mundo, te acostumbrarás a hacerte compañía. Incluso puede que a menudo te hables en voz alta, te ofrezcas un trago y te hagas piropos... #awkward.
15. Es mejor explorar por ti mismo que ir a donde indican las guías turísticas.
Está bien sacarte la foto en el famoso monumento local para despertar la envidia en Facebook, pero pronto verás que tu nueva ciudad tiene atracciones mejores que ofrecer. Lo entretenido es aventurarse fuera de la ruta establecida y descubrir picadas hermosas y desconocidas.
16. La amistad surge en contextos inesperados.
Una ventaja de estudiar fuera es que sueles estar expuesto a una mayor diversidad de personas y ambientes que en tu lugar de origen, interactuando con gente de diferentes edades, etnias y contexto sociocultural, por lo que probablemente te armes un grupo de amigos de lo más variopinto.
17. Apreciarás lo conveniente que es vivir en una época con internet.
Aunque a ti se te pase pronto la nostalgia por la patria, tus viejos suspirarán de alivio cada vez que vean tu cara asomándose por Skype.
18. Tus conocidos esperan que les traigas un souvenir cuando vuelvas.
Algunos te harán detalladas listas de encargos con anticipación, otros se conformarán con el cumplidor llavero, pero lo cierto es que todos esperan que llegues como equeco con chucherías de "allá" (aunque sean made in China como todo lo demás).
19. Comienzas a cuestionarte aspectos fundamentales de tu vida.
Creías saber dónde estabas parado y tener tu futuro planificado de aquí a diez años más, pero con todo lo nuevo que has vivido, te das cuenta de que en realidad no sabes nada.
20. La vuelta a casa, con todo lo que la echabas de menos, puede ser más difícil de lo que pensabas.
No hay lugar como el hogar, pero duele pensar en aquella rutina y amigos extranjeros que dejaste atrás, y que quizás nunca más vuelvan... nunca..... más........ (acuéstate → intenta no llorar → llora)