Un estudiante de Relaciones Internacionales que realiza su práctica en la ONU en la hermosa y casi imposible de pagar Ginebra, está sufriendo las consecuencias de una práctica laboral no pagada en una de las ciudades más caras del mundo (y también una de las mejores para vivir).
Lleva a penas dos semanas de práctica, pero ya sufrió las consecuencias de esto un día de lluvia torrencial cuando su carpa, localizada cerca del lago, no soportó la inclemencia climática.
Venir desde Nueva Zelanda a Europa a trabajar en una de las organizaciones más importantes a nivel mundial, es todo un sueño, sin embargo, hacerlo sin recibir pago es un gran inconveniente.
Se dice que los practicantes cruzan la frontera para comprar sus alimentos en Francia, donde el precio de estos es menor, y por un viaje corto ahorran un montón.
La vida del practicante es siempre complicada, siempre poniendo pasión por lograr las mejores metas y más aún si lo haces en una institución con gran reputación, pero...
.. ¿deberías salvar por más de un año o vivir en condiciones mínimas para poder concretar tu práctica?
Fuente: The Telegraph