En la época en la cual somos estudiantes, es un hecho bien conocido que las lucas no son algo que nos sobre y que sobrevivimos a puras chauchas. Es por eso que la tarjetas de crédito surgen como una sexy solución a nuestros problemas de dinero y nos imaginamos que, gracias a ellas, podremos vivir esa vida de raperos que solamente vemos en los videos musicales. El problema comienza cuando te llega tu primer estado de cuenta a la casa y notas cuánto realmente gastaste en el mes y también que difícilmente tendrás plata para pagar esa deuda. Es por eso que el tener tarjetas de crédito, más que símbolo de estatus o de poder tener todo lo que quieres al alcance de tu mano, es una responsabilidad que deberás estar preparado para asumir. Si estás pensando en adquirir dinero plástico es mejor que, antes de hacerlo, consideres estas 8 cosas que debes tener en cuenta si vas a sacar una tarjeta de crédito.
1. Primero que todo, utiliza la tarjeta sólo cuando realmente la necesites
La idea es que la tarjeta de crédito te ayude a tener cosas por las cuales no podrías pagar de una sola vez, pero tampoco se trata de comprarse el mundo en 10 cuotas con interés. Cuando tenemos una tarjeta a nuestro alcance, a veces sentimos que podemos tener acceso a todo eso que queremos, pero con tanta emoción, se nos olvida que deberemos pagar por ello y según el número de cuotas, también un interés por haber usado un medio de pago asociado al crédito. Por lo anterior, aunque suene a consejo de abuelita, intenta utilizar el crédito plástico cuando realmente necesitas comprar algo y no tienes la plata al contado. No la uses para pagar un lápiz, comprar un combo de comida rápida o pagar una compra de farmacia que con suerte te salió 3 lucas.
2. Si tienes más de una tarjeta, intenta no endeudarte en muchos lugares al mismo tiempo
Si obtienes tu primera tarjeta de crédito, lo más probable es que seas candidato para optar a otras, en diferentes casas comerciales. Es por eso que si llegas a tener más de una tarjeta en tu billetera, aunque te sientas el rey del mundo con todo ese cupo disponible (repartido en varias tarjetas distintas), no es buena idea que las uses todas al mismo tiempo. Lo anterior, ya que gastarás unas lucas por aquí, otras por allá y cuando llegue la hora de sumar el total, compuesto por esas diferentes cuentas, sufrirás un pre infarto cuando descubras en monto a cancelar. No hay necesidad de usar todas las tarjetas, es mejor que las cuides.
3. La mejor forma de comprar es pagando un tercio del valor del producto
Si no tienes una Visa o una Mastercard, las cuales te permiten pagas en 3 cuotas sin intereses y sin pie, lo mejor es que juntes unas pocas lucas para que puedas dar el tercio de tu compra. Así te ahorrarás los intereses, que en algunas casas comerciales son del terror, no estarás tanto tiempo amarrado a una deuda y podrás ordenar tus gastos, para a futuro poder hacer más compras. Además, la idea es que estés enterado de la tasa de interés asociada a la tarjeta que estás usando, para que no termines pagando casi el doble por el producto que compraste.
4. Es mejor una cosa a la vez
Si quieres tener una tarjeta de crédito, para comprar algunas cosas que te gustaría tener, lo mejor es que vayas paso a paso. No compres todo lo que quieres de una vez, ya que mientras más cosas vayas incorporando al carrito de compras, más tiempo estarás endeudado, deberás pagar una cuota más alta, reventarás el cupo de la tarjeta y tendrás que usar el cinturón en ese hoyito que te aprieta tanto que no te permite respirar. Es entendible que quieras tener acceso a algunas cosas que, si no tuvieras crédito no podrías conseguir, pero es mejor ser ordenado y no generarse una preocupación más, pensando a fin de mes de dónde sacarás plata para cubrir tu deuda.
5. Opta por cuotas pequeñas
Si usas el crédito en algo que sabes que podrás pagar, estás dispuesto a cancelar con intereses, pero no recibes mucha plata mensualmente, lo mejor es que pidas las cosas en cuotas pequeñas, para asegurarte de que realmente podrás cancelar tu deuda y a futuro, no tener problemas por morosidad. Obviamente el interés que pagarás, por el total de la compra, será más alto (las casas comerciales y bancos deben ganar dinero por ofrecer tarjetas) pero te asegurarás de poder cumplir con las cuotas mensuales, conservar tus tarjetas y no tener problemas con ninguna entidad financiera o tienda.
6. Necesitarás más que la mesada de tus viejos para pagar las cuentas
Si crees que con lo que tus viejos te dan mensualmente podrás ir a carretear, comprar los libros que necesitas, sacar fotocopias, invitar a él o la pololi a salir, sacar fotocopias y además pagar las deudas de una tarjeta de crédito, entonces tienes mucha fe. Las lucas de un universitario promedio no suelen ser muchas, por lo cual si tu principal ingreso de dinero es solamente la mesada que te dan tus viejos, no tendrás forma alguna de cubrir todos tus gastos mensuales y además pagar deudas. Por lo anterior, tu futuro financiero no irá por buen camino.
7. Si no eres capaz de pagar lo que pediste y quedas en Dicom, tarde o temprano te traerá problemas
Por lo general, cuando somos estudiantes, no somos muy ordenados en cuanto a lucas y además, como no tenemos pegas estables, nuestras entradas de dinero no son muchas. Es por eso que suele ser común que cuando tenemos nuestra primera tarjeta de crédito nos entusiasmemos y terminemos gastando mucho más de lo que tenemos. Ello sí o sí termina con tu nombre en Dicom, asociado al listado de deudores con mal comportamiento y estar en dicho registro, tarde o temprano te traerá algún dolor de cabeza. Aunque es ilegal, en algunos trabajos revisan tu historial financiero y si tienes mal comportamiento, ello te resta puntos.
8. Y si a futuro realmente necesitas la tarjeta, pero tuviste mal comportamiento financiero, será todo un tema el intentar recuperarlas
Cuando tengas estabilidad laboral, querrás tener tarjetas de crédito y lo bueno es que recibirás un sueldo mensual, pero como en el pasado no te portaste muy bien con el tema de las deudas, te costará ene volver a recuperarlas. Por lo anterior, si no quieres perder tus tarjetas o cuando tengas una pega estable te interesa sacar una cuenta corriente o más tarjetas de crédito, lo mejor es que seas cauteloso, no pienses solamente en el ahora y en todo lo que puedes comprar con las tarjetas. Si no pagas, y aunque creas que ello no traerá problemas, algún día tendrás que asumir las consecuencias de haber sido irresponsable con tus gastos.
Antes de aceptar a tontas y a locas una tarjeta de crédito, lo mejor es que reflexiones y te auto analices. Si eres responsable, ordenado y no sigues tus impulsos consumistas, entonces estás preparado para tener una, pero si no puedes controlar tu dinero, no calculas cuánto gastas hasta que ya no te queda plata en la billetera y apenas recibes unos morlacos sientes la necesidad de gastarlos, entonces deberás pensarlo al menos unas 10 veces antes de decirle sí al dinero plástico de fantasía, que termina costándote el doble que el pago en efectivo.