Hace algunos años atrás, debido a la llegada del Transantiago, el metro se convirtió en el medio de transporte público más utilizado por nosotros, principalmente debido a su rapidez y a que conecta varias comunas, gracias a su sistema de líneas (con colores al gusto del consumidor). Sin embargo, el que lo utilicemos tan seguido y forme parte de nuestra rutina diaria no significa que la experiencia sea maravillosa y que cada vez que entramos a un carro lo hagamos con la cara llena de risa (de hecho podríamos calificarla casi al límite de lo traumático). Pero como siempre las cosas pueden ser peores, la guinda de la torta es la famosa hora punta en donde sólo el más fuerte sobrevive y a los camarones que se duermen, no se los lleva ningún vagón. Por eso, únicamente aquellos en quienes abunda la chispeza, son capaces de sobrevivir diariamente a estas 18 situaciones típicas que ocurren en el horario punta del metro.
1. La fila para entrar a la estación, esa fila que es para cargar la tarjeta, la otra fila para entrar al andén. También está la fila para bajar la escalera y no olvidemos la fila para entrar al vagón
2. Esa adrenalina que se siente cuando el tren se acerca y está a punto de abrir las puertas
3. La lucha por ganarse la entrada al algún carro (aplicando la ley del empujón más fuerte)
4. Siempre están los mercenarios que se olvidan hasta de su mamá y arrasan con abuelitas, señoras con hijos y otras personas, con tal de subirse al metro
5. Y no debemos olvidar a los desesperados, que a pesar de ver que no entran en ese espacio casi inexistente ni bajando todo su peso en kilos, intentan meterse a presión (como si fueran una pieza de Tetris, pero que definitivamente no encaja en ese lugar)
6. Cuando estás en una estación terminal, la carrera olímpica de varias personas por intentar agarrar un asiento (incluso, si ello implica poner en riesgo su integridad)
7. Las miradas de odio con las que observan, esos que no se alcanzaron a sentarse, a los que sí agarraron asiento
8. O la cara de kill me please de la mayoría de los pasajeros
9. Uno que otro pasajero que al que podríamos llamar el sopeado crónico, porque suda como si estuviéramos en pleno verano. El problema es que aunque intentes alejarte, no puedes correr ni esconderte y terminas siendo arrastrado por la ola de sudor
10. Y típico que hay al menos 10 personas escuchando música con audífonos. Pobre de ti que no lleves los tuyos, porque terminas escuchando una mezcla rara de estilos musicales (algo así como una cumbia panketa y reggaetonera)
11. Y no falta ese que se las da de cantante y que tienes que aguantar todo el camino (claro, él lleva fonos y no escucha lo horrorosa que es su voz, se salva de que sus oídos sufran. En cambio tú, debes soportar esa tortura)
12. También está ese chilión de personas, que van literalmente metidos en su celular (que pareciera que en cualquier momento el celu los absorbe y quedan atrapados al interior de él)
13. Rayadas de pintura, rayadas de pintura everywhere
14. Que a todos los que van sentados, les bajan las ganas de dormir al mismo tiempo (debe haber algún tipo de asociación de pasajeros que van sentados y durmiendo, en donde ensayan y se perfeccionan, porque su sincronía es perfecta)
15. O los olores a desayuno digerido, que al parecer salen porque a alguien lo apretujaron demasiado
16. El ubicadito que se baja en la última estación del recorrido, pero se pone en la puerta
17. O el pajarón que se equivocó de línea, se quedó dormido o se pasó de estación, e intenta nadar contra un mar de gente para bajarse en la estación más cercana
18. Cuando te toca bajar, tener que respirar profundo y preparar tu codo cual metralleta recién cargada mientras te repites a ti mismo ¡a morirrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!
Y a ti, ¿qué situaciones típicas de la hora punta te ha tocado vivir?