Cuando se es universitario, el descanso y las horas de sueño pasan a segundo plano casi de manera automática. Esto, trae como consecuencia que muchas veces lleguemos a clases somnolientos y con poca energía.
Si bien nunca es recomendable someterse a largas jornadas de trabajo o estudio sin haber descansado lo suficiente, hay veces en que no queda de otra y debemos pasar de largo.
Pensando en ello, la versión española de Forbes elaboró un listado con 7 consejos para seguir produciendo habiendo dormido poco o nada. ¿Eres uno de los tantos que sobrevive con pocas horas de sueño? Entonces, toma nota.
- Bebe agua fría (sobre todo al despertar): El agua fría alimenta las células y permite que el cuerpo se active. Contrario a lo que muchos piensan, si bebes café como una solución y estás algo deshidratado, esto podría caerle mal a tu organismo, provocando aún mayor cansancio y reduciendo tu productividad.
- Trata de no sentarte (ni siquiera en la micro): Al contar con poca energía, nuestro cuerpo tenderá a relajarse, apenas haga contacto con el asiento. Si tienes obligatoriamente que entrar a clase, trata de moverte en ella aunque sea balanceando la silla de vez en cuando.
- Divide tus tareas con el fin de no agobiarte: Si tienes mucho qué hacer y estás que caes al suelo de sueño, organiza bien tus labores. El ir paso a paso hará que sientas satisfacción cada vez que concluyas una actividad. En cambio, si piensas en lo mucho que te queda por hacer, te costará más llevarlo a cabo.
- Pon música instrumental: La música que no contiene letra, estimula tu cerebro sin sobrecargarlo ni distraerlo intentando descifrar lo que dice la canción.
- Olvídate de tu teléfono: Hoy por hoy el teléfono representa un gran obstáculo para nuestra productividad, sobre todo si pensamos en cada vez que abrimos cierta red social para chequear si tenemos notificaciones o no. Por lo anterior, es mejor dejar lejos tu teléfono. Piensa que mientras menos te distraigas, más temprano terminarás.
- Interactúa con el resto lo más que puedas: El silencio y la monotonía podrían llevarte rápidamente a los infaltables cabezazos. Por lo mismo, conversar con tus compañeros te ayudará a estar más activo y alerta.
- Cambia de tarea: Cuando sientas que la tarea que realizas se vuelve tediosa y que consume demasiada energía, déjala así y retómala más tarde. Ahora, si el estrés y el agobio ya son críticos, levántate de tu silla y ve a despejarte por algunos minutos.