Detengámonos un poco en medio de esta vida de adultos universitarios, llena de exámenes corta cabeza, trabajos en grupo hechos a última hora y profesores sádicos, para recordar el pasado. Específicamente, nuestra vida de niños, que por muy idílica y maravillosa que pueda parecer, en la realidad estaba llena de inseguridades, inexperiencias y miedos. Sí, miedos reales, palpables, que nacían de una película, una mala experiencia o hasta un trauma.
No ahondaremos en complejos exagerados, sino más bien en 20 cosas a las que casi todos (mayormente los de mi generación) temimos cuando éramos niños. Debo decir que a esa edad era mucho mas cobarde que ahora, por lo que sirvo de buen ejemplo de los temores infantiles. Todo parecía amenazante, desconocido y listo para atacar, pero con el tiempo te vas dando cuenta que todo es parte del crecimiento, el salir de nuestro pequeño gran mundo para probar suerte en el mundo real.
1.- Payasos
Incluso me parece haber leído estudios al respecto. Un personaje que nació para entretener a los mas chicos y con el tiempo se ha transformado en su mas gran temor, en parte por sus extrañas pinturas faciales y/o una que otra película de terror.
2.- El viejo del saco
Una simple historia o aviso que nos hacían para que nos portáramos bien se podía convertir (producto de la imaginación) en un villano elaborado, acechante y peligroso que rondaba la casa cuando estábamos solos.
3.- La llorona
Otro producto de la imaginación que nos contaron para asustarnos por las noches. Esta suponía una madre que buscaba las almas de sus hijos muertos y te tocaba la ventana para matarte en venganza (al menos eso me contaron a mí).
4.- El Tue-Tue
Cualquier ruido de gaviota, o pájaro en las noches se transformaba de inmediato en un Tue-Tue negro que nos visitaba a nuestra pieza. Mas de alguno pensó en ir a la cocina por un poco de sal, como cuenta la costumbre (para deshacerse de él).
5.- La muerte de nuestros padres, hermanos y/o seres queridos
Se puede leer trágico, pero en el momento que nos cuentan acerca de la muerte y que nosotros mismos vamos a perecer también, nos imaginamos de inmediato cómo será el perder a esa gente que queremos.
6.- Quedarnos solos en casa
Nuestro cuarto, los pasillos, el living, el comedor, se veían muy cotidianos con gente llenando sus espacios. Todo cambiaba cuando nos dejaban solos. La casa nunca se había visto tan grande.
7.- El/la vecino/a loco/a
Típico anciano solitario y arisco que nos solía mirar desde su ventana o patio de casa, ubicada a unas cuantas casas de la nuestra. Por lo general, en la cuadra contaban relatos en torno a su extraña figura, historias de asesinatos, brujerías o pactos con el diablo.
8.- Viajar solos en bus
Lidiar con el chofer, estar atentos a no perdernos en la ciudad, buscar la calle correcta, viajando en la micro, se transformaba en una verdadera odisea en nuestra infancia. Recuerda esa sensación de estar viajando e imaginar quedarnos a kms. de nuestro hogar, sin teléfono, ni forma de dar aviso de nuestro extravío.
9.- Que nos expulsaran
Recuerda también esa sensación que sentíamos en el colegio cuando nos pillaban en alguna maldad. El que nuestros padres y la dirección si quiera sugirieran una expulsión era para nosotros un temor social enorme.
10.- Pesadillas
La mayoría surgían producto de una comilona épica de dulces, o alguna película terrorífica que nos provocaba una seguidilla de sueños no tan placenteros. Si persistíamos en este estado, llegábamos incluso a temer si quiera irnos a dormir.
11.- Los duendes
En Chile parece estar muy extendida esta creencia. Juramos que cuando se pierde algo o vemos pasar alguna sombra u objeto, es un duende picarón que hace de las suyas. Para un niño, claro, es otro personaje del terror.
12.- Asesino de película de turno
En esta categoría estaban Freddy Krueger, Jason o cualquier otro asesino de los films de horror que daban tarde en la TV y en los cines.
13.- Insectos
Aquí podía estar la temida araña de rincón (y que nadie te decía bien como era), la culebra gigante que podía aparecer en la taza del wáter, o una abeja. No importa, todos tenemos un insecto al que temimos.
14.- Extraterrestres
Personalmente, por culpa de la serie OVNI de un canal abierto y otras “imágenes” que llegaban al país como supuesto descubrimiento alien exclusivo, te llenaban de terror antes de dormir. Todos imaginamos en la noche que alguna luz nos llevará al espacio para hacernos pruebas.
15.- Las alturas
Puede leerse absurdo para algunos, ero para ciertos niños el subirse a una montaña rusa, escalar cerros o mirar hacia el mar desde un puente era una experiencia para nada grata.
16.- Que muriera nuestra mascota
Este es un trauma que pareciera que debemos experimentar para crecer un poco. ¿Quién no tuvo algún hámster, cachorro o gatito regalón? Todos temimos por su suerte y lloramos ese fatídico día en que murió.
17.- El matón del curso
Todos o la gran mayoría sufrió también de bulling y por consiguiente, temió por su vida a manos del abusador de la escuela, ese gordo/a asqueroso/a que nos hacía la vida imposible y se comía nuestra colación.
18.- Nuestros padres
Por mucho amor que sintiéramos por ellos a cierta edad, los viejos se podía transformar en la peor de las pesadillas si nos pillaban en alguna cosa mal debida. El tener que afrontarlos producto de alguna anotación o suspensión era un infierno.
19.- (Eso me recuerda) el infierno, Satanás y/o cualquier otro ideario bíblico
Este miedo se producía sobretodo en una sociedad con base juedo-cristiana. La sola idea de pensar en la condena eterna (a lo Dante) o ser tentados y finalmente devorados por el coluo, a esa edad, podía ser un pensamiento my perturbador.
20.- La oscuridad
La madre de los miedos , además de la más común. A muchos nos costó adaptarnos a tener que apagarla y dormir, por culpa de muchos de los seres que previamente describimos. Nuestra pieza en silencio, oscura, llena de juguetes que nos miran, es sin dudas el gran miedo de la juventud.
¿Crees que falta algún miedo infantil? Comenta.
Imagen CC Hersson Piratoba