Si bien al salir de la escuela un abanico de opciones se abre frente a nuestras narices, entrar a la universidad es un compromiso que involucra a todos los aspectos de nuestra vida, influyendo también en la personalidad de las personas.
Pese a que cada experiencia es distinta, hay factores que todos los universitarios tenemos en común, en mayor y menor rango, y que nos marca y distingue ante cualquier otra ocupación.
1. Abre la mente
No significa que todas las personas que asistan a la universidad sean "abiertos" de mente; lo que sí es cierto, es que este lugar otorga espacios de debate y conversación en los que uno puede recoger información y experiencias enriquecedoras.
2. Enriquece el lenguaje
Es casi una obligación aprender a escribir "bien" en la U. Desde los informes, los ensayos, hasta la conversación con un profesor o compañero, instruirá tu vocabulario y te ayudará a expresarte con más claridad: lo que te contribuirá en madurar tu manera de manifestar las emociones.
3. Conocer otras realidades
No es una realidad de todas las universidades (pocas privadas), pero la mayoría de las personas se encuentran con un mundo distinto que al del colegio. Ya no todos pertenecen a la misma clase social ni al mismo nivel cultural, todos vivieron distintas experiencias y los unió un mismo sueño: convertirse en profesional.
4. Valerte por ti mismo
A algunos les cuesta más que a otros, pero ya sea económica, mental, emocionalmente o en tu manera de tomar decisiones, te vas convirtiendo en una persona más independiente y con capacidades de elección basadas en la experiencia (grata o no) que te entrega la U de hacerte responsable de tus cosas.
Imagen CC Furman University