Estudiar en una ciudad distinta a la nuestra no es lo más cómodo del mundo, es por eso que para algunos el viaje a sus casas los fines de semana es algo sagrado. Da lo mismo si tenemos muchas pruebas o no, si es viernes, es hora de volver al nido para disfrutar la comida rica de mamá, las sábanas limpias de tu cama y las salidas con los amigos de siempre. Como sabemos que con el viaje hay cosas que se repiten, acá te presentamos una lista con las 15 cosas que sólo los que viajan todos los fines de semana a sus casas entenderán.
1. Los auxiliares de los buses terminan conociéndote
Típico que por viajar tanto, después de 3 ó 4 semanas, los auxiliares de los buses terminan conociéndote y sabiendo en qué partes te bajas.
2. Te acostumbras a andar siempre con maleta
Después de tanto viajar te acostumbras a andar con una maleta todos los fines de semana. Antes te parecía insoportable, pero ahora la maleta es un accesorio más en tu vida.
3. Siempre se nos queda algo
Intentamos ser ordenados y dejar junto antes lo que vamos a llevar desde nuestra casa, pero no hay fin de semana que no se nos olvide algo: un pantalón, alguna comida rica, un libro, etc.
4. Pierdes gran parte del día domingo
Por alguna razón desconocida, viajar los días domingo hace que estos sean perdidos. Si queremos estudiar debemos levantarnos muy temprano para tener alguna hora libre.
5. Llegar con la plata justa a la casa
Nos organizamos de tal manera que solemos llegar con la plata justa a la casa. Debemos ser lo suficientemente ahorrativos para tener dinero para comprar el pasaje y no quedarnos sin viajar.
6. Los domingos son muy largos
Nos acostumbramos a viajar tarde los días domingos, sin importar qué tan tarde lleguemos a nuestra ciudad de estudio. La idea es aprovechar el máximo posible nuestro tiempo en la casa.
7. El día que viajas a tu casa siempre andas apurado
No es raro que si tienes clases antes de viajar a tu casa, andes apurado o, incluso, que te escapes un poco antes de clases. Es que las ansías de viajar son tan grandes que no medimos nuestros actos.
8. Odias los fines de semana en que no puedes viajar
Estamos tan acostumbrados a viajar que un fin de semana sin ir a tu casa te parece eterno, aunque hagas mil cosas. La semana siguiente te hace muy larga y pesada.
9. El caos del terminal
Nunca entenderás el caos del terminal. Todos los fines de semana te demoras, al menos, media hora en entrar a Santiago. Es que el desorden de buses queriendo entrar al terminal no es pequeño.
10.- Los buses cada vez te parecen más cómodos
Con la frecuencia de nuestros viajes, los asientos de los buses se van haciendo cada vez más cómoda. Poco importa que puedan reclinarse poco y tengan casi cero espacio para tus pies. Nos volvemos de acero con tanto viaje.
11. Nunca haces planes los fines de semana con tus compañeros de U
Aunque tus compañeros de U te inviten a carretear al mejor lugar de la ciudad, tú les dices que no. Es que tu ritual de viaje es más fuerte que cualquier plan que puedan ofrecerte.
12. Nos quedamos sin bus
A veces, cuando nos toca viajar muy tarde a nuestras casas, nos quedamos sin bus. Nada, ni un solo asiento que nos pueda llevar a nuestros hogares. Así que no nos queda otra opción que viajar al otro día.
13. Perder el papel de nuestra maleta
¿Conoces esos papeles que te dan e indican el número de tu maleta? Sí, por supuesto que sí. Todos los fines de semana, sin excepción, lo perdemos al subirnos al bus, nos enojamos, y después los encontramos al final de nuestras mochilas al hacer aseo.
14. Nos topamos con la misma gente al viajar
¿Cuántas veces te has topado con la misma persona cuando viajas? Seguramente muchísimas, es que al final terminamos viendo siempre a las mismas personas que hacen lo mismo que tú: viajan a sus casas todas las semanas. Es como un deaja vu.
15. Es muy difícil entrar a la micro con la maleta
Aunque estemos acostumbrados a andar con la maleta, hay algo a lo que nunca podremos acostumbrarnos: subirse a la micro con la maleta. Cuesta porque hay poco espacio en las micros y, además, nuestra maleta siempre pesa bastante, por lo que tomarla y subirla no es tarea fácil.
Y tú, ¿qué otra cosa agregarías?
Imagen CC Jorge Gobbi