El primer año de universidad es como empezar la segunda parte de tu juego favorito, ya que si bien conoces algo la rutina del estudiante gracias a tu paso por el cole, la U es la versión 2.0 de lo que representa el aprendizaje. Por ello, nuestros primeros días ser mechón suelen ser complicados, ya que la verdad no sabemos muy bien lo que estamos haciendo, pero con el paso de los meses, nos adaptamos mejor a ese desafío de ser "mechones".
Sin embargo, siempre hay piedras o tentaciones en el camino y una de ellas es el amorsh. No es que el amor tenga algo de malo, pero debemos admitir que cuando estamos pololeando andamos en las nubes y dedicamos la mayor parte del tiempo a esa relación. Por ello, el iniciar un pololeo el primer año de U, puede no ser la mejor idea de la vida, ya que puedes desviarte del objetivo principal que es sobrevivir al inicio de tu vida universitaria. A continuación, encontrarás 17 buenas razones para no pololear en el primer año de U.
1. A tus papás no les parecerá la mejor idea de la vida
Los papás quieren que tu primer año sea lo menos movido posible, para que tengas la oportunidad de adaptarte de mejor forma al gran salto desde el cole a la U y además querrán estar muy presentes, al menos este primer año, e informarse sobre todas las decisiones relacionas con tu educación. Y es muy importante que ellos se mantengan informados respecto a este cambio, ya que según lo mencionado por la psicóloga Marianne Wentzel a Lasegunda.com "los padres siempre son los principales consejeros de los hijos, y aunque hayan comenzado una nueva etapa, no se les debe dejar solos durante el proceso de adaptación". Por lo anterior, tus viejos podrían considerar que un pololeo el primer año de U, podría ser un elemento distractivo y generarte una preocupación más (cuando la principal debiera ser estudiar).
2. Puede que el primer año de U, tu humor y emociones estén algo inestables
Los cambios siempre son complejos, aunque se trate de uno positivo y es por eso que en los días que se nos hacen algo más complejos de llevar, nuestro humor no es de los mejores. Estos cambios se deben al estrés que trae consigo la educación superior, ya que la sicóloga de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Paulina Castro, señaló a La Nación que hay "varias fuentes generadoras de estrés para este estudiante, y eso obviamente se expresa a través de una serie de síntomas como ansiedad, un poco de depresión, trastornos en el dormir, onicofagia (comerse las uñas), a veces alteraciones en la alimentación". A consecuencia de toda esta presión que puedes llegar a experimentar, puede que no te sea posible dar lo mejor de ti en una relación de pareja, al menos el primer año mientras te acostumbras al ritmo de la U.
3. Al iniciar la universidad, tus tiempos se verán reducidos
Si bien cuando estábamos en el cole podíamos tener algo de tiempo para pololear, cuando entramos a la U cada minuto cuenta. Entre las distintas materias que debes cursar, las ventanas entre ramo y ramo, los trabajos en grupo y un poquito de tiempo para carretear, un pololeo podría no tener espacio dentro de las 24 horas que tiene un día. Para el académico y director de la Escuela de Psicología de la Universidad de Talca, en lo mencionado en un artículo publicado en el sitio web de esta misma casa de estudios, UTalca.cl, "lo primero es estructurar el uso del tiempo, estableciendo un momento para cada cosa. Por ejemplo, que de lunes a viernes confeccionen un horario de ocho de la mañana a seis de la tarde para el desarrollo de las actividades académicas que deben asistir. Deben programar también un espacio, dentro del tiempo libre, para ir a estudiar a la biblioteca materias relacionadas con las clases que les tocará al día siguiente". Por tanto, si no quieres volverte chango tratando de incorporar una relación de pareja en un horario al que no le quedan espacios libres, mejor dejas el tema de él o la miniwis para más adelante.
4. Te estás adaptando a un cambio bastante drástico
Pasar de una etapa a otra no es tarea fácil y sí o sí genera un impacto en tu vida. Muchos expertos coinciden en que este cambio es fuerte, entre ellos el psicólogo Antonio Briones, quien señaló a La Tercera que "sin duda existe un impacto, ya que generalmente los colegios dan todo muy fácil para ellos. Sin embargo, en la universidad el estudio es distinto, las áreas son distintas y también las oportunidades de poder perfilarse o mirar hacia otras cosas son más amplias". Por lo anterior, debes pensar si realmente eres capaz de asumir este desafío y todo lo desconocido que trae esta etapa nueva en tu vida, además de iniciar paralelamente un pololeo.
5. Tienes la oportunidad de conocer mucha gente y al pololear, puedes cerrarte algunas posibilidades
Es típico que cuando uno está solo no te pescan ni las moscas, pero te pones a pololear y todas las oportunidades de la vida se ponen frente a tus pies. Es mejor que no te apures tanto con eso de ponerte a pololear, porque a la vuelta de tu U podría estar caminando el verdadero amor de tu vida (o al menos de tu etapa universitaria). Es mejor que te relajes, te dediques a observar el panorama y aproveches de conocer personas.
6. Debes recordar que aparte de ser pololo, te tocará ser estudiante, hijo y hermano
Todos los seres humanos debemos ejecutar más de un rol a la vez, ya que nos toca ser hijos, sobrinos, nietos, amigos, hermanos, estudiantes y también pololos, por lo cual muchas veces intentar cumplir con las responsabilidades que cada uno requiere, se nos hace bastante complicado. En el sitio web psicopsi.com, especializado en temáticas de sicología, se explica el "rol o roles que desempeña el adolescente, al igual que cualquier otro sujeto, en el transcurso de su vida. El adolescente asume papeles de acuerdo al contexto en el cual se desenvuelve y a partir de estos es que se relaciona, lo cual hace imprescindible abordar el tema de los roles en lo social para comprender el cómo y a partir de qué es que este establece vínculos". Si estás chato de tener que cumplirle a todo el mundo, de tener tiempo para todos tus cercanos, es mejor que no te adjudiques aún el rol de pololo o polola.
7. Si eres buen estudiante, tus notas podrían bajar al ponerte a pololear
No hay que generalizar y la verdad es que hay "casos y casos", pero a veces estamos tan enamorados que pensamos, respiramos, soñamos y despertamos pensando en otra persona. El problema es cuando incluso te olvidas de tus estudios, porque el amor no te deja tiempo de pensar en otra cosa y dejas de estudiar para las pruebas o lo haces y no te concentras, prefieres ir a su casa en vez de asistir a la junta de trabajo en grupo o por estar tan enfocado en verla, se te olvida que al otro día hay prueba. Todas las situaciones anteriores podrían llevarte a bajar tus notas y si tienes una beca que depende de tus calificaciones, podrías incluso perderla. Es mejor que bajes las revoluciones y le des un espacio al amor cuando ya tengas bajo control el tema de las notas.
8. Aunque sea remota, la posibilidad de un embarazo no planificado también está latente
Hay oportunidades en que "nos entusiasmamos demasiado" y nos olvidamos de las responsabilidades, enfocándonos solamente en pasarlo bien. A veces las cosas no salen como las planificamos y por más que nos propogamos se responsables en cuanto a nuestra sexualidad, en una noche de carrete desenfrenado cualquier cosa puede pasar. Si llegaras a enfrentarte a un embarazo no planificado, deberás asumir que ya no solamente eres estudiante y pololo, sino que además serás padre, que es un tremendo compromiso para toda la vida (más importante aún que un matrimonio). Aunque te gusten los niños y quieras tener hijos, es mejor no arriesgarse cuando recién estás comenzando tu carrera.
9. También, debes darte la oportunidad de vivir la vida universitaria
Debes tomarte el primer año de universidad como una nueva experiencia y por tanto, darte el espacio de vivirla y conocerla. El psicólogo Antonio Briones explicó a La Tercera que "a ninguna persona le hace bien centrarse solamente en una actividad, por lo tanto es importante que ellos aprovechen ese espacio de vida universitaria para entrar en otros mundos, conocer otras realidades, enfrentarse a gente que viene de distintos lados, hacerse cargo de esta postura más crítica que tienen los jóvenes y poder darle un conducto". Sin embargo, si te pones a pololear, podrían tenerte "cortito" y no darte el espacio de aprovechar este nuevo mundillo que trae consigo la universidad.
10. También estás en una etapa de auto conocimiento, por tanto lo que te interesa hoy pudiera no ser lo que quieres mañana
Solemos pasar por etapas en las que nos vamos "en la volá" filosófica e intentamos encontrarnos a nosotros mismos y a la vez entendernos mejor y saber escuchar lo que esperamos y queremos del futuro y de la vida. Esto lo aclaró la sicóloga la psicóloga Marianne Wentzel a La Segunda, en un artículo en el cual explicó que "el principal conflicto del adolescente guarda relación con la configuración de la identidad y responder a la pregunta existencial de ¿Quién soy? La crisis que supone la adolescencia tiene que ver con los cambios físicos, psicológicos y sociales que surgen en este periodo del ciclo vital". O sea, puede que hoy te guste una compañera y la encuentres lo máximo, pero mañana te des cuenta que no era tan perfecta o que ya no buscas lo mismo en una pareja.
11. Una relación podría agregarle más presión a tu vida
Cuando somos estudiantes, aunque nuestros viejos nos amen mucho, también suelen exigirnos ciertas cosas y si a eso le sumas una personalidad auto exigente, se transforma en una bomba de tiempo. En La Nación, la misma psicóloga Paulina Castro, explicó que "cualquiera sea el establecimiento educacional del cual provengan los y las jóvenes, necesariamente el ingresar a la universidad supone una reestructuración de sus redes sociales y académicas". Eso implica que toda esta reestructuración lleve a un grado de presión considerable, que podría escaparse de tus manos si le añades un pololeo.
12. Debes darte espacio para descansar y relajarte
Cuando somos jóvenes tratamos de "hacerlas todas", porque juramos que sinónimo de juventud es capacidad de hacer muchas cosas al mismo tiempo. Por lo anterior, cuando comenzamos con la U, creemos que no será la gran cosa y que podremos subirnos rápidamente a ese carro de velocidad máxima. La sicóloga Infanto Juvenil María Cecilia Purcell explica en su sitio web ceciliapurcell.cl, la importancia de tener hábitos asertivos de estudios, para también darse espacios de relajo "es importante tener una higiene de estudio para maximizar la rentabilidad del tiempo de estudio. La persona necesita de tiempo de reposo. Mucho del tiempo que podamos orientar a un buen estudio es desperdiciado por ese afán de contabilizar tiempo sobre calidad". Por ello, debes preocuparte de tener tiempo libre para "hacer nada" y dedicarlo a tu persona, pero estando en una relación tal vez no podrás tener esa instancia.
13. Podría alejarte de tus amigos o dificultarte hacer amistades nuevas en la U
Sobre todo el primer año de U, es muy importante que tengas amigos y gente que te quiera a tu lado, además de conocer nuevas amistades en tu sede. Sin embargo, si te pones a pololear y pasas la mayor parte de tu tiempo con esa persona, sin querer alejarás a amistades viejas y nuevas, porque cuando ellos te inviten a panoramas y juntas, tú los rechazarás por cuidar tu relación que recién está empezando. Aunque suene feo, la mayoría de las personas no es muy comprensiva a la hora de entender a esa gente que se pone mamona cuando está en pareja y poco a poco la aísla de los "mambos". Si este primer año de U quieres hacer amigos nuevos, es mejor que hagas 1 cosa bien que 2 a medias.
14. En caso de pasar alguna crisis, podrías perder el interés por los estudios
Cuando tenemos problemas y estamos tristes, aunque no lo queramos, ese estado de ánimo afecta a tu entorno y también a las tareas que ejecutas diariamente. Tal como explicó a La Tercera el psicólogo Antonio Briones "hay muchos jóvenes que no han perdido su rumbo, incluso saliendo y pasándola bien, porque siguen teniendo claro cual es su objetivo. Pero si éste (objetivo) se pierde, por supuesto que van a entrar en dudas, en conflictos consigo mismo y por lo tanto generan una posibilidad de deserción". Las palabras del especialista nos dejan en claro que si perdemos nuestro rumbo, podríamos llegar incluso a pensar en dejar la carrera y siendo el amor una emoción tan fuerte, puede llegar a poner nuestro mundo "patas para arriba".
15. Si piensas pololear con una persona de la misma U, la rutina no te ayudará para nada. En cambio, si es de otra casa de estudios, difícilmente podrán coincidir en sus tiempos libres
Todo tiene cosas buenas y cosas malas, por tanto el tema de pololear no se trata solamente de ver estrellitas, sentir mariposas e ir a carretes juntos. Si se te ocurre fijarte en una compañera de carrera, la tendrás a tu lado tooooooooooodos los días, durante al menos 5 horas diarias y no es la mejor idea del mundo ver a tu pololis a cada rato y tan seguido, porque las relaciones se deterioran. Por el contrario, si te interesa un mechón o mechona de una universidad que no es la tuya, obviamente tendrá distintos horarios y tratar de coincidir en tiempos libres para verse, sin duda, les generaría a ambos un gran dolor de cabeza. Mejor deja todo eso de la logística y la planificación de tiempos para estar juntos para cuando "te peines" con la U.
16. Los pololeos juveniles no suelen ser los más maduros del mundo y puede que tu pareja te exija cosas que se contraponen con tus estudios
Los celos, las inseguridades y eso de a veces querer controlar "un poquito mucho" la vida del otro, suelen ser cosas que se dan en el pololeo, ya que cuando recién conoces a alguien que te gusta, no sabes cómo se comportará en una relación de pareja. Imagínate justo te toca enfrentar una situación en donde tu pareja quiere saber cada movimiento que das y tú lo único que quieres es estar tranquilo, porque ya con todo lo que te absorbe la U te basta y te sobra. Mejor no arriesgarse todavía y aventurarse a explorar cuando pase la tormenta.
17. Siendo sinceros, cuando estamos en pareja, preferimos pasar bastante tiempo con ella en lugar de ir a clases
A la mayoría de nosotros nos ha pasado que cuando hemos estado pololeando en el cole, faltamos a clases para quedarnos regaloneando con nuestro "peor es nada", echados viendo una peli u organizando algún panorama en horario de clases. En el caso de la U, sobre todo cuando se trata de tu primer año y eres mechón, no es buena idea que pases faltando y te pierdas materias importantes, porque cuando te toque ese ramo de nuevo, estarás más colgado que tu abuela escuchando a Skrillex. Por eso, tal vez es bueno decirle "no" al pololeo o "nos vemos en un año más".
Tampoco se trata de que andes por la vida cerrándole las puertas al amor, pero siempre es bueno iniciar un pololeo en el mejor contexto posible y cuando no implique para ninguno de los dos, alguna dificultad o problema. Recuerda que cada caso es distinto, pero ten en cuenta que tus estudios y la carrera que elegiste son importantes
Imagen CC Francisco Osorio