Decisiones, decisiones y más decisiones, la vida está compuesta por pequeñas moléculas llenas de alternativas. Es por eso que a todos los obstáculos del camino y las metas por cumplir, debemos sumarle unas cuantas horas dedicadas exclusivamente a la elección entre una o más opciones, pero el problema es que nadie nació experto en la resolución de dilemas.
Por eso, cuando nos toca optar por ciertas cosas o estamos pasando por alguna etapa importante de nuestras vidas, muchas dudas o interrogantes se nos pasan por la cabeza y debemos intentar darles respuesta de la mejor manera posible y para ello, es necesario respirar profundo, pensar en las alternativas que tienes, pero sobre todo, ser responsable para dar resolución a esas dudas de forma asertiva.
¿Ya avanzaste la primera mitad de tu etapa universitaria? En este listado encontrarás 12 dilemas que se te han pasado por la cabeza a mitad de carrera.
1. Busco una pega para no andar en la pobreza extrema durante mis últimos años de U o dejo eso para cuando me titule y tenga muuuuuuuchos años para trabajar
Los primeros años de U somos más bien pollitos y estamos en proceso de adaptación en una entidad de educación superior. Sin embargo, habiendo pasado la barrera de la mitad de la carrera, ya estamos preparados para asumir nuevos desafíos. Es por ello que pensamos que tal vez sería buena idea buscarse una peguita de medio tiempo, para no ser un universitario tan paaaaaaaaaaaaaabre, pero después piensas en toda la fatiga y estrés que eso le pudiera sumar a tu etapa académica, que decides pensarlo mejor.
2. ¿Llegaré realmente a terminar la carrera o estoy perdiendo mi tiempo?
A la mayoría de nosotros nos saltó esa pequeña gran duda cuando ya llevábamos un buen resto de la carrera avanzada. Nos las damos de existencialistas y pensamos si realmente todos los esfuerzos tendrán sus frutos algún día.
3. ¿Sigo estudiando o mando todo a la $%&/? y me dedico a vivir la vida?
Cuando somos universitarios, nuestro cerebro debe pasar por una de las grandes pruebas de la vida. Es por eso que a veces terminamos agotados, sobre todo cuando ya llevamos un par de años metidos en la misma rutina y nos cuestionamos si eso de ser universitario es para nosotros, o si es necesario mandar todo a buena parte, buscarte una pega y vivir sin pesadillas con los profes coladores.
4. ¿Será realmente ésta la vocación de mi vida o debería haberme convertido en YouTuber profesional, o tester de betas de videojuegos?
Crisis vocacional, es parte de la vida de todo universitario. Suele pasar que después de un par de años estás un poco chato de lo que estudias, de las pruebas, exámenes y libros por leer, por lo cual terminas pensando si realmente elegiste bien.
5. Cuando te enteras de que tu carrera no tiene mucho campo, barajas la opción de un cambio a una más rentable
La vocación y nuestros sueños de jóvenes idealistas son los motivos que nos llevan a elegir una carrera. El problema es cuando ya nos queda menos para salir y empezamos a cachar que la empleabilidad de lo que elegimos para ganarnos la vida es pésima y además pagan una miseria. Automáticamente, piensas que tal vez deberías haber optado por una carrera rentable.
6. ¿Comienzo a pensar en mi tema de tesis e investigar sobre la materia? O lo dejo para última hora, que es la fórmula que me ha resultado hasta ahora
La tesis es como el monstruo debajo de la cama de un universitario. Y es que todos te meten cuco con eso. Por lo mismo, cuando ya cachaste que te la pudiste para terminar la mitad de tu carrera, consideras que tal vez sería buena idea comenzar desde antes con tu tesis, elegir el tema y comenzar a pensar en el grupo. El problema es que después te dan ganas de evitar la fatiga y no sabes si hacerle caso a tu cerebro o a las ganas de hacer nada.
7. Carretear con más ganas o dejar el mambo
Más del 60% de la vida universitaria tiene relación con el carrete, el copete y la fiesta desenfrenada. Pero cuando ya cachas que se viene la etapa más difícil, piensas que tal vez deberías ser más responsable y dedicar tu tiempo libre al estudio, pero por otro lado, te quedan menos años como universitario y nunca más tendrás la oportunidad de vivir como tal.
8. Hago la práctica ahora o cuando termine (o tenga menos) ramos
Parte del aprendizaje es ir a donde las papas queman y conocer la realidad desde hacer las cosas. Y es por eso que lo que uno aprende en clases sí o sí debe aplicarlo. Para estar más preparado a la hora de salir de la U, piensas en hacer la práctica lo antes posible pero después recuerdas en todo lo que aún te queda por avanzar, que todavía te quedan conceptos por aprender, en los ramos pendientes y el cansancio y no sabes si es mejor hacerla al tiro o esperar hasta que ya estés con menos carga.
9. Será la famosa recta final, tan difícil como la pintan ¿tengo que asustarme o sentirme bacán por haber avanzado hasta la mitad?
Llegar a la mitad de la carrera, sin duda, es un logro (hay quienes no llegan ni al primer semestre). Pero después de tu optimismo por haber llegado a la primera mitad, te pones a pensar si será realmente motivo de felicidad o más bien de urgimiento, porque se viene lo más difícil.
10. ¿Me sigo comprando solamente ropa cool o agrego un par de pilchas formales a mi clóset
A todos nos gusta imponer estilo y reflejar lo nuestra personalidad a través de la ropa. El tema es que cuando revisas tu clóset y te das cuenta que solamente tienes jeans rotos, poleras de bandas, lucha libre o dibujos animados, piensas que como ya te queda menos para llegar al final, titularte y buscar pega, deberías comenzar a comprar alguna ropa más seria y adulta, pero la sola palabra adultez te da tanta lata que tratas de evadirla a toda costa.
11. Será tiempo de tomarse más en serio la educación superior o de darse un tiempo para vivir la vida universitaria
La verdad es que en la mayoría de los casos, en nuestros primeros años de U, no damos nuestro 100 por ciento (estamos acostumbrados a ser flojillos o cómodos y estudiar para el azul), pero en el fondo de tu corazón sabes que si le pusieras pilas al estudio tendrías mejores notas. Después de haber vivido la vida loca y pasar la mitad de la carrera carreteando a full y estudiando a última hora, te cuestionas si será tiempo de sacarle partido a tus habilidades.
12. ¿Sigo haciendo los trabajos con mis perros de la U o me cambio al grupo de los mateos?
Siendo sinceros, a la hora de armar grupos de trabajo no nos preocupamos de quién es el más adecuado y mejor para el estudio o cuáles son los estudiantes más porros, sino más bien elegimos por afinidad y amistad. Pero cuando ya sientes que te queda menos en la U y que el camino se viene cuesta arriba, te pones a pensar si será la hora de ser responsable y, en vez de hacer los trabajos con tu grupo (en donde en las juntas de estudio hacen de todo menos estudiar), tratar de hacer las cosas bien y alejarte de las distracciones.
¿Cuál de estos dilemas te ha atormentado más?
Imagen portada CC CollegeDegrees360