Cuando iniciamos una relación andamos como pisando cáscaras de huevo, porque estamos recién adaptándonos a la vida en pareja y también a la personalidad de ese nuevo amors. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, esa sensación de incertidumbre desaparece porque conocemos tanto a nuestra otra mitad que no nos hacemos caldo de cabeza respecto a lo que le pueda parecer bien o mal y el rumbo que está tomando el pololeo. Y es que la costumbre mezclada con rutina y también con años y años de estar juntos, generan una conexión única que solamente la plena confianza y el conocimiento del otro te pueden dar. En este listado encontrarás 14 cosas que hacemos por costumbre cuando llevamos años pololeando con alguien.
1. Si se está duchando y tienes unas ganas incontrolables de ir al baño no te molestas en tocar la puerta, llegas y entras
2. A la hora de dormir, ya no buscas tu mejor pijama o el más "1313". Incluso estás dispuesto a dormir con pilchas viejas
3. Si tu pololi se cae, obviamente ayudas a que se pare (pero no sin antes reírte de su caída)
4. Ya no te importa que vea las papas de tus calcetines (es más, las luces con orgullo)
5. Si estás informado de que ese día tendría una prueba o examen difícil, calculas más o menos la hora en que terminó para preguntarle cómo le fue
6. Tampoco le dices a todo que sí, ya pasaste la fase en que querías ser complaciente para que no te patearan
7. Si vas a buscar a tu polola a la salida de la U, por inercia tomas su mochila o cartera y la cargas tú
8. Ya no es necesario salir todo el tiempo de paseo. Hay veces en que prefieren un regaloneo de fin de semana en casa (vistiendo cada uno su uniforme de fin de semana, o sea, el pijama)
9. Si te toca hacerle un café o té ya no le preguntas "con cuántas de azúcar o endulzante", porque ya sabes cuál es la medida que le gusta
10. Estás acostumbrado (a) a agarrar el "rollito de la suerte" de tu pololi y en vez de desagradarte ¡te encanta!
11. Si tiene un trabajo muy difícil para la U, apañas a su lado y eres su compañero de grupo "invisible" (sobre todo cuando el trabajo es individual)
12. Ya no te haces el siútico a la hora de comer y si quieres repetirte, simplemente lo haces
13. Por lo general, siempre hay uno más glotón. Por eso, cuando salen a comer y no se come todo, automáticamente sabe que debe pasarte el plato con la comida que dejó14. Aunque el día sea muy complicado o tengas muchas cosas por hacer, el WhatsApp de la mañana para preguntar cómo amaneciste y el de la noche para desear buen descanso, son sagrados
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Imagen CC mafleen