Una de las tareas más complicadas de la vida profesional, es cuando te toca conseguir un trabajo. Esto, ya que tienes tantos sueños, esperanzas y deseos de probar lo que vales y para ello comienzas a mandar tu CV a distintos lugares, pero la alegría se te va "a los pies" cuando pasan los días y no te llaman (y por más que le echas la culpa a que según tú el celular no tiene señal, en el fondo de tu pequeño y roto corazón sabes que no es así) y comienzas a caer en "modo desesperación". Sin embargo, dicen que cuando se cierra una puerta se abre una ventana (o al revés) y recibes ayuda de quien menos te lo esperas. Es por ello que que a los enemigos se los debe tener cerca, ya que en algún momento te pueden servir para algo. Por lo anterior, nunca debes dejar de "hacerte el lindo" con tu jefe de carrera, ya que cuando menos te lo esperas te brindará la ayuda que necesitas, sobre todo cuando necesitas "insertarte en el mundo laboral". A continuación encontrarás 14 cosas que pasan por tu cabeza cuando el jefe de carrera te recomienda para algún trabajo.
1. Como hasta las paredes tienen oídos, toda tu sección sabe que hay un puesto de trabajo "disponible", por lo cual haces lo posible por hacerte notar
2. Cuando te llama tu jefe de carrera a su oficina, para contarte lo del trabajo, te pasas ene rollos antes de hablar con él (y poquito te falta para irte por la cañería)
3. Cuando escuchas a tu jefe de carrera hablando por teléfono y diciéndole a la persona que te supervisará en la pega lo buen estudiante, ordenado y responsable que eres , te sientes incómodo porque está creando "falsas expectativas" (es como si estuviera hablando de otra persona)
4. Después de que hablas con él y te cuenta para que eres "el elegido", te sientes como si fueras Neo en la película Matrix
5. Pasas por la etapa "alumbrao", porque te sientes tan orgulloso de que te hayan recomendado para una peguita, que terminas contándole hasta a tus compañeros de básica que te eligieron "a ti, a ti y solamente a ti para ese trabajo"
6. Antes de iniciar tu primer día, recién empiezas a tomarle el peso a todo eso que implica que alguien te recomiende
7. Cuando llegas a la dirección en donde comenzarás tu primer día de pega, te da ganas de tirarte por el ascensor para abajo
8. Ante tu primera duda, frente a algo que no sabes hacer, estás en el eterno dilema de "preguntar o no preguntar", porque no quieres quedar como leso y de paso, tampoco quieres dejar a tu jefe de carrera como si fuera "el doble de menso" que tú por recomendarte
9. Las oportunidades en que ves al jefe de carrera andando por los pasillos de la U te escondes, para que no te haga preguntas difíciles respecto a tu "supuesto" excelente desempeño
10. Cuando finalmente no lo puedes evitar más, le dices en el tono más convincente posible que todo "está bien" y sales corriendo con la excusa de que tienes que ir al baño
11. En esas ocasiones en que empiezas a a sentir que no das más y que quieres mandar todo a la punta del cerro recuerdas que no puedes hacerlo, porque tienes la presión sobre tus hombros de haber sido recomendado12. Pero después te sacudes toda esa "volá emo" del cuerpo y recuerdas que eres de esos que no se rinden, incluso cuando necesitabas un 6, en un examen final, para pasar el ramo
13. Después de que ya lograste aferrarte a la pega con uñas y dientes y el jefe de carrera te llama para felicitarte por los excelentes comentarios que ha recibido de ti, no puedes evitar ponerte un poquito rojo por tanto halago
14. Una vez que ya terminó todo y ya puedes decir "prueba superada", puedes felicitarte a ti mismo porque todo se logra con esfuerzo, perseverancia (y a veces un poco de #pituto)
¿Qué otra cosa agregarías?
Imagen CC CollegeDegrees360