En el año 2003, cuando se rindió por primera vez la PSU, sólo el 10% de los alumnos más vulnerables pudo acceder a la educación superior. En la actualidad, y luego de 10 años, esa cifra alcanza el 27%. Según el análisis realizado por el centro de estudios Libertad y Desarrollo, en base a los datos proporcionados por la última Casen, junto con los jóvenes que corresponden al primer quintil, los del segundo y el tercer quintil duplicaron el acceso a estudios superiores desde aquella fecha.
¿Qué ocurrió en este tiempo? Sumado al aumento de la oferta y la cobertura, el 2006 comenzó a funcionar el Crédito con Aval del Estado. Además, se incrementaron considerablemente el número de ayudas estudiantiles; de 120 mil becas se pasó 335 mil y de 128 mil créditos a 397 mil.
Para el director del Centros de Estudios Públicos (CEP) y ex ministro de Educación, Harald Beyer, este avance se debe a que los beneficios apuntaron a los alumnos con menores recursos. "Hubo una disminución en requísitos académicos para los primeros dos quintiles sobre la base de que tienen más dificultades para obtener altos desempeños académicos, asociados al menor capital cultural de sus hogares" explica.
De acuerdo a los datos de la Casen 2013, un 29% de los los alumnos de menores recursos de entre 18 y 24 años, estudia en una universidad tradicional, el 31% lo hace en una privada y el 40% es alumno de un IP o CFT.
Fuente: El Mercurio/ Imagen CC Francisco Osorio