Entrar a la universidad es una experiencia muy enriquecedora, más allá de lo que puedas aprender en la sala de clases. Además de tus cuadernos, ramos por tomar, metas por cumplir y materias que estudiar, hay vivencias que sin duda serán un aporte para ti a lo largo de los años. Cada minuto de tu vida como estudiante universitario, dentro y fuera del aula, es una oportunidad de aprendizaje profesional y personal, por lo cual debes estar muy atento a las lecciones que esta etapa pondrá frente a tus narices. Sin embargo, cuando estamos recién acostumbrándonos a ser estudiantes de educación superior, surgen muchos miedos e incertidumbre respecto a cómo será tu futuro y un montón de cosas más (créanme que a todos nos pasa) y los que ya desbloqueamos el logro de terminar una carrera, desearíamos que alguien nos hubiera orientado sobre ciertas cosas. Por lo anterior, acá encontrarás 10 consejos que me hubiera gustado leer antes de entrar a la U.
- Sácale el jugo a tus profesores: Aunque algunos sean más pesados que otros y que por lo general les digamos "el viejo o la vieja de" (aunque a veces ni siquiera tengan tantos años), hay algunos que son simplemente secos. Aprovecha de conversar con ellos, de preguntarles cosas fuera de clases, de consultarles qué deberías mejorar como estudiante y también de aprender lo más que puedas.
- Regálate espacios para ser un universitario fuera de la sala: Me pasó que cuando fui estudiante, me enfoqué demasiado en lograr mi objetivo de terminar la carrera. La verdad es que no me di permiso de hacer muchas cosas, que tal vez habría sido necesario experimentar y que son parte de la vida, de ser joven y también de crecer. El problema es que como dicen las abuelas ya "pasó la vieja" y la oportunidad de vivir ciertas experiencias ya se esfumó frente a mis ojos. Como dicen por ahí, es mejor arrepentirse de lo que hiciste que de lo que te hubiera gustado hacer. Eso sí, no uses este consejo como excusa para comportarte como irresponsable durante todos tus años de carrera, porque no se trata de eso.
- No seas demasiado auto exigente o estricto contigo mismo: Está bien querer superarse o ser bueno en algo, pero la idea es que tampoco te tortures a ti mismo pensando en la décima que te faltó para el 7, en los defectos que le encontraste a tu trabajo después de leerlo 20 veces o que podrías haber estudiado 7 días en vez de 5 para la prueba. No es sano que te presiones demasiado, que te critiques todo el tiempo o que nunca estés conforme con tus resultados. Te aseguro que si hablas con otras personas, serán capaces de enumerar más de 5 aspectos positivos de tu persona.
- Tampoco te relajes demasiado y te tomes los estudios como un juego: La idea tampoco es que vayas a clases a flojear, dormir o "calentar el asiento", porque créeme que en alguna oportunidad te pasará la cuenta. Piensa en todos los esfuerzos asociados a llegar a la universidad, en que puede haber un crédito que algún día tendrás que pagar, en lo que esperas del futuro para tu vida, en lo orgullosos que están tus viejos de ti, pero sobre todo, en aquellos jóvenes que se merecen la oportunidad de estudiar pero que lamentablemente no pueden hacerlo.
- No te dejes absorber por el carrete excesivo: Cuando llegamos a la U, nos deslumbramos ante el mundo "hermoso y desconocido" del carrete universitario (que suele ser mucho más hardcore que los de secundarios) y andas de fiesta todos los días. Lo anterior, aparte de no ser bueno para la salud, te aleja de a poco de tu meta principal que es obtener tu título y no es por ponerme vieja amargada (todos necesitamos fiestear de vez en cuando), pero creo que si lo hacemos muy seguido pierde la "magia".
- Que no te dé miedo preguntar aquello que no entendiste: Muchas veces nos da vergüenza, miedo o flojera preguntar algo que no entendimos en clases, sobre todo porque erróneamente asumimos que si no entendemos alguna materia, tenemos que quedarnos callados para que no nos consideren tontos. Parte de aprender es preguntar, ten en cuenta que los grandes genios de la historia no dejaron de cuestionarse a sí mismos y al aprendizaje obtenido y que claramente un buen profesor estará más que dispuesto a resolver tus dudas y además le quedará claro tu real interés por aprender sobre su clase.
- Echarse un ramo no es el fin del mundo: Cuando reprobamos una materia por primera vez, nos ponemos muy tristes y sentimos que tal vez no somos capaces de seguir adelante con el desafío de una carrera universitaria. Antes de criticarte porque te echaste un ramo, analiza la situación y busca aquella cosa que no hiciste bien y que provocó el resultado negativo (estudiaste poco, no pusiste atención en clases, faltaste demasiado), para que cuando lo hagas por segunda vez puedas salir airoso y botar esta piedra en tu camino.
- Pedir ayuda no te hace menos inteligente: A veces el orgullo, el egoísmo y el afán por ser los mejores nos pasan la cuenta, hasta el punto de querer hacerlo todo solos (incluso los trabajos en grupo). Ten en consideración que parte de la vida es pedir ayuda y que no puedes ser un súper estudiante que "las quiere hacer todas", porque algún día te pasará la cuenta. Todas las personas tenemos habilidades diferentes y si se complementan bien con las de otras personas, los resultados pueden ser de excelencia.
- No te obligues a hacer algo que no quieres para tu vida: Si después de un par de meses o años descubres que no te gusta tu carrera, no te obligues a seguir por miedo a tus papás o por compromiso. Recuerda que parte de la felicidad es hacer aquello que nos gusta y que además deberás ejercer, durante gran parte de tu vida, la profesión que elegiste.
- Si estás estresado, cuenta hasta 10 ¡y respira!: La presión es un elemento que está muy presente en la vida de los estudiantes, más aún en época de exámenes. Por ello, a veces sentimos que no podemos más con el peso del estrés, que nos pone de mal humor e inquietos. Lo mejor cuando esto sucede es parar un ratito y recurrir a tus tiempos libres para hacer cosas que te gustan, conversar con tus viejos o amigos sobre lo que te preocupa y también recordar que antes que estudiante eres una persona, no un robot.
Portada CC Oliver Rich