No es un secreto que el financiamiento de las carreras universitarias es todo un tema. Los aranceles son demasiado altos y ni siquiera el obtener una beca que dice cubrir el costo de la carrera, como la Bicentenario, asegura el poder financiarla. ¿Cómo es eso? De eso son responsables los famosos aranceles de referencia, a los que muchos estudiantes no prestan demasiada atención cuando obtienen una beca o crédito y se matriculan, causando posteriormente muchos dolores de cabeza.
El arancel real de una carrera es el valor que cobra la institución por ella, sin incluir la matrícula. Este valor lo fija la universidad según sus propios términos.
Mientras que el arancel de referencia es el valor que fija anualmente el Ministerio de Educación para cada carrera y casa de estudios, el cual se obtiene de acuerdo a los indicadores institucionales, siendo en la mayoría de las carreras menor que el arancel real. Es muy importante este valor para quienes tienen becas y créditos, ya que la diferencia entre ambos aranceles no la financia el Estado y debe pagarla el estudiante. Sin embargo, muchas instituciones ofrecen becas internas para cubrir esta diferencia, como la Beca Equidad de la Universidad de Chile y la Beca UC en la Católica.
Hay algunas carreras que tienen aranceles de referencia y reales iguales, pero no son muchas. Entre ellas están, por ejemplo, las Pedagogías dictadas en el Campus Villarrica de la U. Católica e Ingeniería Comercial de la Arturo Pratt. También hay algunas con diferencias muy bajas entre aranceles, como Ingeniería Comercial en la Católica de Valparaíso con una diferencia de $3.000 pesos y Enfermería en la de Atacama con $50.000. Sin embargo, la mayoría de las carreras tienen diferencias importantes entre aranceles, lo que significa que quienes tienen becas o créditos tendrán que pagar, de todos modos, una buena suma de dinero: en promedio $472 mil pesos. Incluso hay carreras con diferencias millonarias, como Publicidad en la U. del Desarrollo con más de 3 millones de pesos y Ecoturismo en la San Sebastián con casi 4 millones de diferencia. Las instituciones que tienen las brechas más altas en promedio son la U. del Desarrollo, Adolfo Ibáñez y de Los Andes.
¿Y cómo se determina cada año el arancel de referencia? El sistema es bastante complejo. En una primera instancia, lo que se busca es agrupar a las universidades en cuatro grupos de acuerdo a los indicadores institucionales, que son los indicadores académicos, que se determinan a través de tres indicadores estadísticos, uno con relación a los estudios de los docentes (magíster y doctorado) y al grado de exposición a los alumnos de pregrado, y los otros dos a la productividad científica de los mismos; y los indicadores de eficiencia docente, que se obtienen a partir de la tasa de titulación oportuna y de retención en primer año.
Con estos puntajes en mano, el Mineduc divide a las universidades en los cuatro grupos. Posteriormente se define el arancel de referencia por carrera de cada grupo, el cual es un proceso muy enredado. En resumen, rige el arancel de referencia de la universidad con más años de acreditación (si hay más de una, la que tenga menor valor) siempre y cuando no sea mayor al promedio de aranceles. Estos valores de referencia tienen incentivos y se aumentan si suben todos los indicadores académicos o de eficiencia docente. Además de esto, existen más variables que hacen modificar los aranceles, dependiendo del cambio de los indicadores y los cambios de aranceles de las instituciones del mismo grupo y de los promedios de otros grupos.
En el caso de los IP y CFT también se forman grupos pero de acuerdo a los años de acreditación: el grupo A lo conforman las con 6 o más años de acreditación y las con menos se van al B, y dentro de lo mismo se dividen en carreras técnicas de nivel superior y profesionales, habiendo en total cuatro grupos. También se considera a la institución con menor arancel real de las que tienen el máximo número de años de acreditación.
En diciembre del 2013 el Mineduc anunció un cambio en el cálculo de aranceles que causó mucha polémica: se incluirían en los indicadores la empleabilidad y el sueldo de las carreras, lo que haría caer notablemente los aranceles de referencia de muchas carreras ligadas a las artes, humanidades y otras áreas. Gracias a la oposición general esta medida no se aplicó, porque sus consecuencias habrían sido desastrosas: según un estudio ligado al Consejo de Rectores, institución que se opuso radicalmente a este cambio, las carreras de baja rentabilidad y bajos sueldos tendrían aranceles refenciales menores al 25% de su valor real. Por ejemplo, Periodismo en la U. Católica tendría un arancel real de alrededor de un 1 millón y 300 mil pesos cuando la carrera cuesta casi 5 millones, ¡un chiste!
Pero aunque esto no se aplicó, los aranceles de referencia han sido cuestionados en múltiples ocasiones, ya que muchos estudiantes que cumplen con los requisitos para obtener becas de arancel que los liberan del pago, terminan endeudándose para poder pagar la diferencia, que en muchas ocasiones es de más de un millón de pesos.
¿Qué opinan respecto al tema?
Imagen CC Francisco Osorio