La universidad representa un cambio muy importante para todos. Adiós colegio, adiós adolescencia y, para algunos, adiós hogar y familia. Es cierto que este cambio representa muchos desafíos y puede ser muy emocionante y genial, pero puta que da miedo también. ¿Llegar a un lugar nuevo, solo, lleno de expectativas y construyendo tu futuro? Suena terrorífico.
Revisa a continuación los 20 miedos que surgen antes de entrar a la universidad.
- El mechoneo: Es quizás lo más tenebroso que existe antes de que entremos a la universidad. Todos hemos visto a los cabros pidiendo monedas, oliendo a pescado y con el pelo blanco en la calle, o hemos oído las desgracias que vivieron nuestros amigos, primos o hermanos mayores en sus primeros días como universitarios. La verdad es que el nivel de horror del mechoneo depende de la universidad a la que vayas a entrar, pero sí, tienes razón en tener pánico. Siente el pánico.
- No tener amigos: Ya tenemos nuestros amigos del colegio y ahora tenemos que conocer gente nueva, y hacer amigos pronto si no queremos pasar unos cuatro o cinco años almorzando solo. Antes de entrar a la u quizás te de miedo esto pero vamos, ¡hay tanta gente allí! Aunque probablemente este miedo lo entenderán mejor los tímidos.
- Que sea muy difícil: A todos nos han metido miedo diciendo "uuuuy, disfruta ahora, que después se viene lo bueno... vas a sufrir... estudiar todo el día... y morir... MUAJAJA". Y es que es verdad que el cambio es grande, así que entra en pánico (pero no tanto, será peor el mechoneo).
- Que todos sean mejores que tú: Cuando sabes que hay 199 personas más en la carrera es inevitable sentir que estarás en el lugar 200 (a menos que tengas una ultra confianza, seas Puntaje Nacional o algo así). Pero tranquilo que hay 199 personas más creyendo lo mismo.
- No poder pagar el arancel, no obtener becas o perderlas: Esto es lo más tenebroso de todo. Los aranceles son caros, las matrículas son caras, hay que comprar libros, fotocopias, y todo lo que se necesita... peor que Anabelle. Más encima con todos los trámites de las becas y las diferencias de arancel... ughh.
- Odiar la carrera: Tu peor pesadilla. Llevas una semana y descubres que estás en la carrera equivocada, odias tus ramos, tus profesores, tus clases, tu vida. Te arrepientes y te das cuenta que tu vocación está en otra parte y tienes que encontrarla. La verdad que la situación no es tan terrible como parece y a muchos les pasa, además no vayas predispuesto a que eso te pase, ¡quizás la carrera te encante! (O la odies, todo puede ser).
- Que te confundan por escolar: Acepta que lo has imaginado. Vas entrando a tu facultad en tu primer día y te dicen "¿por qué no estás en el colegio?" o en cualquier otra situación alguien te dice "¿en qué curso estás?" Pero bueno, es un miedo realista: a muchos les pasa.
- No tener tiempo para nada: Otro miedo bastante racional... quizás te pase. Pero tampoco es para tanto, no es que no vayas a tener tiempo para comer, dormir o ir al baño, porque siempre puedes estudiar mientras comes, grabar los libros y escucharlos mientras duermes o llevar los apuntes al baño.
- No entender nada: Felizmente, en la universidad se empieza a poco también, no vas a comenzar a operar gente altiro, tranqui.
- Engordar: ¿Inevitable? Quizás tienes miedo de perder tu figura en la universidad pero eso no tiene que pasar necesariamente. O sea obviamente sí se te la pasas todo el día en la u comiendo leseras, o te vas a vivir solo y comes todos los días tallarines con pan. Pero piensa que podría pasar lo contrario si te vas a vivir solo: no tienes plata para comprar comida y mueres de hambre.
- Echarse un ramo, o todos los ramos: Asúmelo, tarde o temprano sucederá. No, mentira, pero igual es normal que los universitarios se echen uno que otro ramo (¡NO TODOS!), así que tranquilo. Después tendrás el tiempo suficiente para asustarte y estresarte por este tema. Si igual da miedo, en el colegio si terminas con un promedio rojo (o más) y te alcanza para pasar de curso no tienes que volver a hacer la asignatura.
- Los profesores: Para alguien que nunca ha estado en la universidad esto puede ser motivo de pánico. Típico que te meten miedo con el tema de los profes, diciéndote que no tienen nada que ver con los del colegio, no te pescan, son secos y macabros. Pero no es tan así, hay profes ultra cercanos, buena onda y comprensivos. Y sí, también hay otros que se convertirán en tu peor pesadilla.
- Morir de estrés: Probablemente te estresarás pero también es muy probable que sobrevivas. Y habrán varias instancias para que descargues ese estrés (carretes eh eh, vida universitaria eh eh), así que deja ir ese miedo.
- Que la carrera no tenga campo laborar o esté saturada: Todas las carreras tienen campo laboral (aunque no sea tremendo), excepto esas que no existen, son una estafa o son dictadas por una institución no acreditada y sin campo. Es verdad que hay algunas que están medias saturadas con egresados y estudiantes pero dale no más, o considera asesinar algunos de tus futuros compañeros.
- No encajar en la universidad: Se podrá negar pero es cierto que las universidades, campus y facultades tienen una especie de estilo, avalados muchas veces por los estereotipos. Quizás estés con pánico porque te vas a la Católica y eres lo más lejano que existe a cuico, pero sácate los estereotipos y anda tranquilo. ¿Qué es lo peor que te podría pasar? Vuelve al punto 2.
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Ser un pollito: ¿Te imaginas llegando a tu primer día solo, cagao de miedo, perdido y sin saber nada? Sí. La parte buena es que andarán muchos pollitos más y alguna gallina los podrá adoptar, si es que un lobo no se los come antes.
Y aquellos miedos para quienes se van a estudiar a otra ciudad:
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Aprender a vivir en otra ciudad: Esto es especialmente escalofriante para quienes se van a Santiago, aún más si no se ubican en la ciudad. ¿Metro? ¿Transantiago? ¿Lanzas? ¿Demasiados autos? ¿Cruzar la Alameda? ¿Tantas comunas? ¿Demorarse dos horas en llegar a algún lugar? ¿Los tacos? Sigues en tu ciudad y ya estás preparando los mapas y las armas.
- Extrañar a la familia: No lo quieres aceptar pero lo sabes... a las dos semanas estarás llorando porque quieres a tu mamá, tienes hambre, tu pieza está cochina. Y si tienes mascotas es más terrible aún, puedes comenzar a grabar videos de ellas para ver en tus días de depresión.
- Encontrar un lugar donde vivir: Quizás estás hablando desde segundo medio con tu mejor amigo acerca del departamento que tendrán cuando se vayan juntos a estudiar a otra ciudad, pero cuando el momento se acerca sabes que eso no pasará. Se van a universidades distantes, ciudades diferentes, tienen presupuestos diferentes, no alcanza la plata para arrendar departamento o es un cacho demasiado grande. Pero ahora están en pánico pensando en con quien vas a vivir o imaginando esa pieza que tendrás que arrendar. ¿Y si es un edificio de prostíbulos? ¿Y si la dueña de la pensión es una vieja maniática? ¿Y si compartes departamento con un criador de moscas?
- Cocinar: Si sabes cocinar esto no será problema, pero si toda tu vida has dependido de otra persona para comer... uhh, se viene feo. Quizás termines aprendiendo a cocinar tallarines no más y quedes como en el punto 10.
¿Sientes alguno de estos miedos?
Portada CC Francisco Osorio