Usualmente nos preocupamos de lo que nuestras palabras puedan transmitir. Enojo, alegría, esperanza, decepción, etcétera. Pero, ¿somos conscientes de la importancia que tiene la comunicación no verbal? Con un gesto podemos ganar oportunidades y perder otras o ahorrar varias sílabas.
Por lo mismo es necesario poner atención al lenguaje corporal, especialmente cuando defendemos un proyecto, enfrentamos entrevistas laborales o somos partícipes de alguna presentación en público.
Veamos algunos consejos:
1. Mantén la espalda recta y tus brazos moderadamente abiertos: así respirarás con mayor facilidad y te sentirás mejor. Por otra parte, conservar una postura erguida demuestra alta autoestima.
2. Utiliza tus manos y brazos de manera natural: la idea es que sean un buen complemento durante tu presentación, que te ayuden a mostrar o explicar el contenido que entregas y a atraer a tu público.
3. Modera tus gestos: la constancia de alguno puede generar que tu audiencia se distraiga, se incomode y que no ponga atención en el tema al que te refieres.
4. Sonríe: así generas más cercanía y confianza. Además, como plantea la revista Forbes, con ello logras que una tarea difícil parezca fácil y evitas que el estrés arruine tu presentación.
5. Aprovecha tu espacio: haz uso de él, camina por todo el lugar que tienes disponible con el fin de llevar movimiento a tu discurso y ser más cercano con quienes te escuchan.
6. Mira a los ojos: mantener contacto visual es otra forma de fortalecer la confianza. Una acción contraria, denota inseguridad y temor.
7. Olvida el reloj: si estás pendiente de la hora a cada instante, reflejarás desinterés y probablemente arrogancia. Es esencial que tengas un manejo del tiempo de exposición, pero ello lo puedes controlar ensayando previamente lo que hablarás y considerando unos minutos extra para cualquier imprevisto.
8. Cuida el tono de tu voz: no puedes sonar arrogante ni inseguro, debes utilizar un tono firme, pero cálido. Uno que te acerque a los demás y que no incomode a tu audiencia.
9. No abuses de tu gráfica: el exponer no significa estar la totalidad del tiempo con los ojos pegados a un Power Point o un Prezi, eso denota inseguridad y poco manejo en el tema. El material sólo debe ser un apoyo con los puntos que vas a explicar.
10. Evita los balanceos: si sueles llevar tus manos a la espalda y moverte como un péndulo, trabaja para terminar con esa costumbre. De lo contrario reflejarás nerviosismo e impaciencia. Además puede ser un factor de distracción para quienes te escuchan.
Y como dato adicional, sé humilde, no dejes que tus conocimientos te hagan sentir y parecer superior o pedante. Ábrete a la retroalimentación, permite que el público aporte para que se sientan partícipes de lo que expones.
¡Haz que esa oportunidad sea una excelente experiencia!
Imagen CC, vía Berliner.Gazette.