En más de una ocasión cuando te enfrentas a los desafíos del mundo laboral, tienes que preparar una presentación y exponer sobre algún tema en particular, en el que pone a prueba tus capacidades de persuasión y comunicación.
Pararse frente a un grupo de personas no es fácil. Hay quienes tienen más experiencia y logran captar en forma inmediata la atención de su público, mientras que a otros les cuesta un poco más porque no encuentran la fórmula correcta para conseguir el resultado que esperan.
Sigue las siguientes recomendaciones que te servirán para preparar bien tu presentación. Los contenidos y las temáticas los manejarás correctamente porque se relacionan directamente con tu área de desempeño, pero es importante que sepas lo que se describirá a continuación:
1) Una presentación corresponde al discurso expositivo, por lo tanto, su finalidad es comunicar sobre alguna información o conocimiento relacionado a alguna temática específica. Pero más allá de eso, deberías pensar en qué otro objetivo quieres lograr en tu público (por ejemplo: informar, educar, convencer, disuadir, interpretar, explicar, etc).
2) El ritmo laboral a veces es muy volátil. En más de alguna vez te ha tocado vivir jornadas intensas en las que no tienes tiempo para almorzar, o por el contrario, cuando el trabajo es escaso tienes horas muertas en las que no haces mucho. Consúltale a tu jefe cuánto tiempo tienes para exponer. No vaya a ser cosa de que prepares una presentación de una hora, y por alguna circunstancia te asignan menos tiempo de lo estimado.
3) No te quedes atrás con la tecnología y trata de probar nuevas herramientas que te servirán para preparar tu presentación. No sólo está Power Point, hay otras alternativas online que te permitirán captar la atención del público en forma dinámica, entretenida y eficaz.
4) Organiza la información que vas a recopilar. Si es mucha, ordénala y resúmela. Los receptores de la presentación no querrán vivir un momento aburrido y agotador con un bombardeo de material de trabajo. Si tienes que explicar algún proceso difícil de comprender utiliza infografías, mapas conceptuales, imágenes, ilustraciones, animaciones, gráficos, videos, etcétera. En comparación de un párrafo extenso y aburrido, logran captar más la atención.
5) No te pongas a improvisar. Es recomendable que cuentes con un estructura escrita como material de apoyo a lo que vas a exponer en las diapositivas. Ahora bien, si tienes la capacidad de abordar otros temas que no están en pauta, y crees que los puedas manejar, no hay problema. Pero no olvides la temática central de lo que estás presentando.
6) No olvides ensayar previamente lo que vas a decir en tu presentación. Esto no quiere decir que vayas a memorizar la información y la grabes en tu cabeza, sino que es recomendable que practiques un par de veces para considerar el tiempo que te va tomar explicar cada ítem.
7) Cuando te dirijas a tú público no tengas pudor en mirarlos a la cara. No es bueno exponer adelante y mantener la cabeza inclinada hacia abajo sin la real intención de expresar lo que estás diciendo. Eso demuestra poco interés y una sensación de que se acabe rápido.
8) Para el final, realiza una conclusión con las ideas que quieres que recuerden tus oyentes, y destina unos minutos para que realicen sus preguntas. Para esa instancia, prepárate a contestar las que consideras que te sientes capacitado. A su vez, escucha abiertamente otros comentarios, tales como sugerencias, aportes, opiniones, recomendaciones y hasta críticas.
Considera cada uno de estos consejos para la próxima vez que tengas que preparar una presentación. Ésta puede ser la oportunidad en que te puedes lucir frente a tus superiores y termines consiguiendo una excelente evaluación.
Imagen CC Universidad EAFIT