En posts anteriores he tratado de ocultar cualquier referencia hacia mi persona, pero me veo horrendamente impulsado a hacer lo contrario en esta nota. La idea parte desde que mi novia mira el tema y me dice: pero qué entretenido, hazlo... frase que caló hondo en mi interior, avivando un sinnúmero de recuerdos en mi mente; para ser exactos, 17 cosas que sucedieron cuando estudiábamos juntos. Esto, claro, mucho antes de comenzar nuestro pololeo, cuando ambos éramos nada más que compañeros, dos amigos recurrentes y que usaban este tipo de excusas para acercarse (en silencio).
1.- Hay confianza, puedes decir lo que quieras, sea una crítica o un alago
2.- Aparecen cosas en común, te sientes identificado con situaciones y ella igual
3.- Todo es gracioso, una broma lleva a otra y esa a una mejor
4.- Admiración, ya que vez en ella cosa que te gustaría tener
5.- Sana competencia, pues sin querer juegas a quien es más inteligente
6.- Humildad, al saber que no sabes todas las respuestas, pero no importa
7.- Dan ganas de enseñarle cosas, a la manera de un padre benigno imaginario
8.- Ansiedad, por las insufribles ganas de terminar todo y aprendérselo rápido
9.- Memorizas mejor, pues ella te repite frases con palabras claves, fáciles de aprender
10.- Comes mucho, pues como buenos chilenos llenamos el aburrimiento con chancherío
11.- Es difícil concentrarse, son demasiadas las distracciones, o los temas que saltan
12.- Despreocupación, nada en verdad asusta si estas entre amigos
13.- Preocupación por ella, quieres que en verdad pase el ramo
14.- Evalúas lo divertido que sería trabajar con ella, en el futuro
15.- Recuerdas lo fome que va a tener que egresar y tal vez no verla más
16.- Si estás justo al borde de perder la amistad y quieres salir de la friendzone, pues es imposible no imaginar algo más
¿Crees que fui muy mamón? ¿Se te ocurren cosas más divertidas? Comenta.
Imagen CC Garry Knight