Aviso público. Es menester expresar nuestro más sincero deseo, de que ustedes (nuestros queridos lectores) traten siempre de mantener la mesura, en instancias de diversión y jarana. No queremos saber de casos en que alguno de nuestros mareados miembros caiga víctima de algún exceso que pudieran (canutamente) evitar. Por muy divertidas y relajantes que se hagan estas juntas amistosas, no es necesario caer al infierno para ver al cielo.
¡Ah la Universidad! dirás esos años de fiesta, caña y distorsión. Lo sé, es verdad, pucha que se pasa bien carreteando. Si pareciera que fuera ayer que llegamos temerosos a la Facultad, el primer día de clases, asustados por ese monstruoso y desconocido mechoneo, con cara de pregunta, sin cachar una. Como han cambiado las cosas ¿no? pasamos de ser un vergonzoso púber/escolar/adulto-joven a un experimentado estudiante/carretero/marca chancho que las aguanta todas.
Aún cuando lo pasemos increíble y realmente nos desestrese de toda la presión estudiantil a la que nos vemos sometidos, queremos –a modo sólo informativo- recordar aquellas 18 cosas de las que solemos arrepentirnos después de un carrete. La idea es formar (cierta) conciencia de aquellas cosas innombrables –y que a todos nos han pasado (nadie se salva)- que nos ayuden a evaluar nuestro actual grado de vicios. Es difícil pegarse tales porrazos, pero lo importante es aprender también de ellos. Si te han ocurrido, no desesperes, mejor ahora que en unos años más.
1.- Mezclar ron/pisco/cerveza/vino/vodka etc. (y en grandes cantidades).
2.- Meterse a Facebook/Twitter/Intagram y escribir/publicar/ subir estupideces, producto de un arranque emotivo con nuestros amigos/as y/o niñas/os que nos gustan.
3.- Gastar toda la plata del mes en una noche (incluída la de la mensualidad).
4.- Dárnoslas de maestros del park cour y despertar llenos de moretones.
5.- Perder alguna prenda, dícese chaqueta de cuero/gorra/polerón etc.
6.- Confesarnos con la mina/o que nos gusta (ligado al punto número 2)
7.- Gritar para que te dejen entrar a la casa (ya sea a tus padres, o a la dueña de la pensión).
8.- Dárnoslas de Guatón Loyola (con cualquier boxeador que se nos cruce).
9.- Lloriquear (sea con amigos, o en la soledad más penosa).
10.- No estudiar (para la prueba de mañana).
11.- No haber comido, antes de…
12.- Comerse a o la desgraciado/a que no nos gusta (así tal cual).
13.- Tirarnos al mar, piscina, pileta, etc. (jajajá). Ese refriado posterior...
14.- Que nos pongan un parte (por ingesta de alcohol, desorden, etc.)
15.- Terminar con completos extraños, o en casas desconocidas.
16.- Terminar en lugares extraños, o puntos del mapa desconocidos.
17.- Quedarnos dormidos en la micro/bus/metro (y despertar después de tres idas y vueltas).
18.- BLACK OUT, o sea, se te apagó la TV. No recordar ninguno de los puntos anteriores. Y que tus amigos te lo cuenten y se rían de ti.
¿Crees que faltó alto? ¿Tienes experiencias mejores? Comenta.
Imagen CC Ahmad Ashim