Hay cosas que a nadie le gusta reconocer, sobre todo cuando estas son acerca de nosotros mismos. Es por eso que en este post recopilamos las 10 cosas que a todos los universitarios, nos cuesta admitir:
1. Admitir que ir a clases es beneficioso
Todos nos escudamos en el cuento de que "es ramo sin asistencia" o bien en que después nos pondremos al día. Pero, ¿para qué andar con cosas?, asistir a clases nos aclara el panorama acerca del ramo, nos ayuda a conocer al profe y los más importante, nos va realizando un punteo claro acerca de la materia.
2. Admitir que hay tiempo suficiente
Cuantas veces hemos alegado respecto a la falta de tiempo que nos demanda la carrera que estudiamos, pero en el fondo de nuestros desordenados cerebros, tenemos claridad que si organizáramos de manera eficiente nuestro tiempo, podríamos de hacer de todo aquello que alguna vez soñamos. Aunque claro está, existen carreras que te dejaran sin vida social.
3. Admitir que no estudiamos
Entregan los resultados de la prueba y vemos que el profe "nos rajó", sin embargo jamás asumimos que aquella nota es producto mucha veces de una evidente falta de estudio. Y vamos, dije estudio, no calentar la materia el día anterior a la interrogación.
4. Admitir que comemos mal
Llegamos a casa muertos de hambre luego de un largo día de clases, y mamá nos pregunta que comimos durante nuestra agotadora jornada, respondemos haciéndonos directamente los locos, omitiendo cada golosina ingerida en los tan esperados y benditos breaks entre clases.
5. Admitir que somos flojos
Es el día antes de la entrega del trabajo y nos encontramos histéricos soñando con que la entrega del trabajo en cuestión se retrace un par de días, cuestión que, milagrosamente, por un alineamiento de planetas sucede, sin embargo llega la próxima fecha y ahí estamos, otra vez donde mismo, intentando terminar el bendito trabajo contra reloj.
6. Admitir que somos los reyes del carrete
Puede que sea por la necesidad de liberar tensiones, pero no podemos desconocer que donde hay carrete, ahí siempre estará un universitario, representando sacrificadamente a toda la comunidad estudiantil, todo por amor al arte.
7. Admitir que con todos los ramos se aprende
¿Quién no ha tenido ese odioso ramo que tachamos como inservible? Sin embargo, de una vez por todas deberíamos admitir que por más latero que sea el ramo, siempre nos dejan conocimiento útiles, ¿o acaso creíamos que el ramo en cuestión estaba por obra del azar en nuestra carrera? No señor, absolutamente nada en tu malla está puesto porque sí.
8. Admitir que el profe no es viejo
Cabros, ¿hasta cuándo seguiremos refiriéndonos a los profes como el o la vieja de "x" ramo? El académico que imparte la clase tiene muchas veces sólo un par de años más que nosotros, la diferencia la hace que, probablemente, al contrario que tú, el profe era un mateo en la U, sí, así tal cual, no como tú.
9. Admitir que no es necesario pasar de largo
Es bastante difícil encontrar a un universitario que no haya caído en la terrible decisión de pasar la noche estudiando, no dormir y al día siguiente ir a dar la prueba. Pero, ¿acaso no sería prudente dejar de hacerlo? desde luego, admitamos que no es la mejor decisión que podemos tomar ya que nos deja muchísimo más vulnerable, ¿te has imaginado que puedes desmayarte camino a la u? no parece ser algo motivador.
10. Admitir que el problema no es el profesor, el problema es uno
Sólo cinco personas pasaron el ramo, el profe es malo, si tanta gente se lo echó es porque no sabe pasar la materia. Pero admitamos que en innumerables ocasiones el problema no es el profe, el problema es de uno como estudiante, no fuimos a clases, fuimos y pasamos la hora hablando, o en su defecto, lisa y llanamente no nos preparamos de manera consciente para la evaluación.
Imagen CC UBC Library