Cuando la niña estaba más pequeña e iba al jardín infantil, me creía colapsada, y sólo tenía que elegir un buen jardín, llevarla y buscarla, preocupándome por lo básico, sus comidas y colaciones, aseo y horas de dormir. Pero conforme fue creciendo, las responsabilidades para ella y para mi se han vuelto más exigentes… ahh, claro, no les había comentado soy mamá sola por voluntad propia y además no tengo ningún familiar a menos de 10mil kilómetros a la redonda, porque somos venezolanas.
Las madres trabajadoras solas, solas, solas somos un caso de estrés constante, estamos pendiente de todo lo que les hace falta a nuestro hijos, de sus deberes y sus necesidades. Tratamos de que el tiempo que pasamos con ellos sea realmente de calidad… los abrazamos mientras repasamos matemáticas, saltamos la cuerda mientras repetimos los verbos pasado y futuro, en vez de leerles el cuento antes de dormir son ellos quienes nos lo leen a nosotros para ayudarlos con el tema de la lectura… y conversamos en la ducha. Esas son algunas estrategias que me he creado en este último año, para “compartir” con mi hija y que le vaya bien en el colegio.
CC: Fabián Núñez Pero ¿qué hacer cuando el niño se enferma?, ese si es un caso bien complejo porque hay que ser previsiva. Un tips para esto es no tomar nuestras vacaciones anuales completas y dejar en reserva de al menos 2 días, eso nos puede ayudar a resolver si el niño tiene que pasar algunos días en casa. Si el tema es más complejo no estará nada fácil y allí siempre tenemos que tener visualizado el tema de las” amigas desempleadas”, que es una buena opción. En la oficina siempre es bueno dejar claro nuestra condición de madre sola, porque allí deben saber que quien corre siempre es uno.Los días libres en el colegio nos ponen los cabellos de punta. Al parecer los colegios hacen muchas cosas a su pinta o ¿no entienden que los padres trabajamos todos los días en el mismo horario? Pues bien, a ponerse creativos... o buscamos que otra mamá que no trabaje y los lleve a su casa, nos escapamos de la pega más temprano o simplemente nos los llevamos al trabajo… Esta es una de mis mayores crisis existenciales ¿qué hacer cuando no tienen colegio? Una opción es los after school donde los niños hasta los 10 años pueden ir todo el día o medio día, de acuerdo a las necesidades de cada quien. A mi hasta ahora me ha funcionado, pero sólo los reciben en las tardes (donde estamos) así que siempre hay que buscar alguna otra opción. Y ni hablar de las vacaciones de invierno o verano que nos toca trabajar las opciones de lunes a viernes en horario laboral no son muy variadas, hay que buscar.
Los fines de semana son de locura entre los deberes escolares, las actividades extra como el baile, la gimnasia, el cumpleaños de algún niñito y la casa. Huyy, la casa, que de lunes a viernes está patas arriba. Para organizarse hay que tener una agenda medianamente estructurada en donde hay espacios para el relax y para los deberes. Es importante incluir en los deberes de la casa a los niños desde que están pequeños, dándoles responsabilidades como arreglo de su habitación, botar la basura, lavado de la loza, botar la basura… entre otros, así no nos sentimos tan agobiadas con las cosas por hacer.
Y alguien se preguntará ¿y en qué momentos las madres solas somos mujeres?... me hago la misma pregunta de vez en cuando, porque un respiro para salir con los compañeros de trabajo, conseguir pareja, ir al gimnasio o simplemente ir a la peluquería siempre queda en segundo plano… o para los momentos en que los niños están ocupados.
De estas experiencias puedo darles algunos tips: para salir la idea es juntarnos en las casas, independientemente de que hayan niños o no, allí es seguro, se pasa bien y siempre hay opciones para niños.
Para hacer algo por el físico y la salud, que siempre hace falta, cuando la niña hacía natación me inscribí en la clase de al lado, así que las dos nadábamos. Mientras asiste al baile los sábados voy al gimnasio cercano y durante la semana me he dedicado a la bicicleta, así que la llevo al colegio en bici (fortalezco las piernas) y hago 14 kilómetros diarios, que no está para nada mal.
Entre tanto ajetreo de ser trabajadoras solas y mamas tiempo completo o más bien incompleto, no hay espacio para la gripe, los dolores y los estornudos. Así que hay que mantenerse sana, porque las enfermedades no tienen cabida en la jornada laboral de la mujer 24x24.
En cuanto al arreglo personal. No hay como hacerse amiga del peluquero más cercano a la oficina, en donde hago a un lado mi almuerzo para arreglarme el cabello o las manos… Y en mi caso que tengo niña, también puedo lanzarme una de coquetería doble y llevarla a la peluquería para que le hagan algún cariñito y así compartir juntas.
El tema de la búsqueda de pareja es otra cosa muy distinta, porque aunque no es fácil, tampoco es imposible… Los parques son una buena opción, allí siempre conseguirás algún divorciado con hijos los fines de semana, al menos para entrar en conversación. Otra opción obvia, pero para nada económica, son las nannys nocturnas. La verdad es una de mis últimas opciones, tengo que estar muy embalada con el sujeto para pagar la millonada que cobran por unas pocas horas.
Y siguiendo mi relato diario, suena el despertador a las 6:20 am hora del baño, maquillaje y tacos altos, siempre regia para ir a la oficina, ni un cabello despeinado. 40 minutos después de levanta con flojera la niña, se viste entre dormida y despierta, desayuna y a la calle, a esperar el bus… otro día de jornada laboral y escolar… En la oficina no me despego del teléfono, porque siempre hay una llamada “imprevista” en donde se me comprime el estómago al ver que es del colegio.
En fin, las mujeres que hemos decidido hacer vida de madres solas tenemos tres empleos: madre (el empleo que nunca dejarás), jefa de hogar (el trabajo que te persigue a todos lados) y trabajadora (el que te da de comer). Siempre hay tiempo para cada cosa.
Nunca podré olvidar el comentario que me hacía un ex en donde decía “tengo amigas que tienen hijos y trabajan, salen, se divierten, pasan la noche fuera y no se enrollan” a lo que sólo alcancé a decir “tienen familiares y al papá de los niños que los cuida y a veces los mantiene”. Fin del relato.
Espero que estas líneas ayuden de alguna manera a las mamas que creen que no se puede, si se puede pero con organización. Los niños crecen y se van independizando dentro de la casa con valores, viendo que somos luchadoras, trabajadoras al 100% sin dejar a un lado nuestro rol de mujer.