Una de las buenas opciones para hacer luquitas extras en la U, así es, hacer clases particulares (ya sea a tus primos, amigos o conocidos) puede ayudarte a pasar mejor ese lejano fin de mes, cuando la tarjeta Sodexo ya quedó en cero y el refrigerador contiene solo un medio limón.
Pero nunca está de más recordar esas historias y aprendizajes típicos de todo profe exprés:
1. Nunca, pero nunca estás seguro de cuanto cobrar.
2. Siempre hay un miedo previo a no saber si podrás entenderte con el alumno.
3. No hay caso, siempre te vas a perder cuando te entregan la dirección de la casa (si estás ahí ¡Sálvame GoogleMaps!)
4. Te asombras por los contenidos que está viendo tu alumno en esta época.
5. Te das cuenta que esos niños tienen más dinero invertido en tecnología que todo tu patrimonio personal.
6. Si están escuchando música, es de artistas que ya no identificas, eso es crecer.
7. Siempre te va a costar decirle la primera vez a un niño que su respuesta está mala :C
8. Quieres tratar de pasar por "profe lúdico" pero te ves así:
9. Es difícil encontrar un equilibrio entre profesionalismo y buena onda.
10. La alegría indescriptible de cuando tus muchachos entendieron la materia :')
Imagen CC Juliana Coutinho