Érase una vez una época en que el animé era parte de la programación de la televisión abierta, y los en ese entonces niños, podían disfrutar de distintas series de este género.
Durante la segunda mitad de los 90, se vivió la era dorada de la Animación Japonesa en nuestro país. Series como Caballeros del Zodiaco, Los Super Campeones, Dragon Ball, Sailor Moon, Ranma ½ y Doraemon, se transmitían cada tarde. Los niños de ese entonces, éramos felices y llegábamos a casa a prender el televisor. Como en esa época no era tan fácil tener tantos televisores, mi mamá me regaló un mini televisor en blanco y negro, para cuando ella quisiera ocupar la tele grande.
Las niñas veían Sailor Moon, en Chilevisión y todas estábamos enamoradas de Darien e imaginábamos que nos dijera “oye cabeza de chorlito”. El tema de conversación para los recreos (y también en clases) era lo sucedido en el episodio transmitido el día anterior. En teoría, solamente a los niños les gustaban las series como Super Campeones, Caballeros del Zodiaco o Dragon Ball, pero existían algunas que nos arriesgábamos y veíamos también las series “para niños”, así teníamos más tema de conversación. Una de las cosas buenas de llegar a la U fue encontrarme con gente que vivió la infancia de la misma manera que yo y vio las mismas series (así es que seguí teniendo tema de conversación).
No había nada mejor que llegar a la casa, sacarse los zapatos y tomar once con pan con mantequilla y té, mientras veías alguna de estas series. En mi caso, el premio por una buena nota era leche con chocolate y tabletones y qué mejor momento para aprovecharlo que viendo monitos.
Cuando miraba los episodios de Sailor Moon, soñaba con meterme dentro de la tv y ser la sexta Sailor Scout o ayudar a Gokú a encontrar las Esferas del Dragón. Debo confesar que en mi época universitaria seguía enamorada platónicamente de Tuxedo Mask, pero descubrí que no era la única chalada que lo amaba en secreto. Si lo pienso, creo que aún le amo.
Cuando empezamos a crecer y dejamos la básica, la televisión cambió y sin darnos cuenta, el Animé fue perdiendo terreno hasta desaparecer totalmente de la TV abierta.
En la actualidad, los universitarios que se consideran Otaku o simplemente gustan del Animé, deben recurrir al TV cable (ETC TV) o a ver sus series favoritas de manera online o comprarlas en alguna tienda especializada.
En tu caso, ¿cuál es tu serie Animé favorita?
Imagen CC Maikel Nai