Esa es la pregunta con la que me he encontrado en varias ocasiones, durante alguna reunión o en foros sobre periodismo. Es inevitable no llegar a un debate como este, frente al inmenso tráfico de datos que presenta Internet.
Hoy contamos con diversas plataformas para difundir información, el tema es cómo lo hacemos y qué publicamos. Hace unos días me enteré del caso de Pulzo.com, un medio colombiano en línea que trabaja con curaduría de contenidos ofreciendo cobertura sobre noticias nacionales e internacionales, tecnología y economía, entre otras áreas.
El pasado 19 de mayo, la directora ejecutiva de Andiarios, Nora Sanín, envió una carta al medio solicitando que se abstenga de incluir en su portal el contenido que ellos generan. Por su parte, el director de Pulzo.com, Guillermo Franco, respondió mostrando su extrañeza por la reacción del ente, que aglutina diarios y medios informativos colombianos.
Su asombro es entendible si consideramos que, tal como él expresa, “la solicitud va en contra de la realidad tecnológica”. Ejemplos de curaduría tenemos muchos, uno de los más emblemáticos y que también despertó críticas en su inicio es El Huffington Post.
Pero más allá de discutir si es correcto o no tomar contenidos que otros produjeron, para incluirlo en una web distinta a la que fue destinada, me parece que el problema está en las malas prácticas de curaduría. El pecado es que algunos confunden esta técnica con el nefasto copy - paste y ven mucho más fácil convertir el trabajo de otros en propio, en vez de redactar un nuevo escrito.
A diferencia del curador, los que optan por el camino más fácil carecen de argumentos y opinión. Quien recoge contenidos debe ser un buen lector y escritor, tener un sello propio y familiarizarse con las herramientas tecnológicas, pero especialmente entender que la ética debe estar presente en su trabajo.
Fases del proceso de curación
En términos coloquiales podríamos decir que el curador separa el grano de la paja y le entrega valor, lo que se grafica en los siguientes puntos, basados en el libro The Content Curation Handbook, de Eibhlin MacIntosh.
- Buscar información: identificar las fuentes que traten sobre el tema de nuestro interés.
- Filtrar: Esta función de selección de lo recabado es fundamental. Se deben analizar la calidad de sus contenidos y la relevancia.
- Etiquetar y almacenar: hay una serie de herramientas que permiten organizar y guardar lo que hemos seleccionado. Por ejemplo, Pinterest y Flipboard.
- Elaborar y difundir: un curador debe entregar valor agregado a lo que va a difundir, hacer la atribución textual entre comillas y enlazar la información de terceros a sus fuentes originales.
Modelos de curación
El sitio Influential Marketing Blog del profesor de la Universidad de Georgetown, Rohit Bhargava, entrega cinco modelos potenciales de curaduría.
- Agregación: reunir la información más relevante sobre un tema específico en un mismo lugar, eso tiene alto valor para los interesados en ese contenido.
- Destilación: realizar la curaduría en un formato simple, donde sólo las ideas relevantes son compartidas. Eso permite que las personas no tengan que lidiar con grandes volúmenes de datos.
- Elevación: la misión es identificar tendencias en pequeñas porciones de información publicadas online, como los tweets. Esto puede ser una de las formas más difícil de curaduría de contenidos, ya que requiere mayor experiencia y capacidad analítica.
- Mashup: fusión de contenidos curados para crear un nuevo punto de vista, por ejemplo Wikipedia.
- Cronología: reúne información histórica organizada sobre la base de tiempo para mostrar cómo los conceptos o la comprensión de temas han cambiado.
Debate ético
En síntesis, el buen curador encuentra información de calidad, le añade un valor, contextualiza, atribuye y publica. El debate está, entonces, en cómo se agregan contenidos de terceros y en la cantidad que ocupan estos en nuestros escritos, porque no sólo hay críticas por la atribución, también las hay por quienes basan su trabajo exclusivamente utilizando lo que otros hicieron.
La curaduría con buenas prácticas puede ser de gran utilidad, especialmente si se desea reunir información en torno a un tema en específico durante un tiempo prolongado. Por cierto, es un asunto ético de discusión pública, tal como lo plantea el director de Pulzo.com en el siguiente enlace.