Hacer este tipo de cosas, por lo menos desde mi punto de vista, tiene como fin asegurarse de algo o comprobar que conoces bien a una persona. Aparte, también está el tema de la intención y en mi caso, sólo quería probar lo que la mayoría de la gente que estudiaba en la carrera creía: este profe no practicaba lo que predicaba, tenía una ética cuestionable, te cagaba por cualquier cosa, y los otros profes siempre cuestionaban sus métodos de enseñanza y contenidos. Para redondear, era un chanta (sí, así de categórico éramos muchos)
Él impartía clases de ética periodística, no era el ramo que él hacía, sino que le hizo la cama al profe que originalmente tenía a cargo ese ramo, porque nunca le cayó bien (siempre lo dejaba en ridículo). Él siempre decía que "jamás debíamos mezclar los sentimientos personales, con el ejercicio del periodismo y con nada de la vida profesional. Imparciales antes todo".
La prueba que le hice, fue bien simple, él nos pidió que hiciéramos una nota sobre un tema político regional (soy de la V región), la única condición es que debíamos abordarlo desde la ética periodística y que la opinión debía venir de un periodista de la región.
La cosa es que yo trabajaba en un diario y había conocido a un ex alumno de él, que como la mayoría de nosotros, consideraba también que este profe era bien penca. Pero él, le tenía un odio visceral debido a problemas personales. La cosas es que reunía el requisito para el trabajo, ser un periodista que se especializará en política y que fuera de la región, así que me acerqué a él para que me ayudara.
Le dije: “compadre, necesito una cuña sobre este tema para la clase del personaje en cuestión”. Le conté que lo iba a poner a prueba. Primero dijo: "ese csm, viejo chanta cul***, ¿cómo mierda sigue haciendo clases ese hueón?". Le conté que la mayoría pensaba lo mismo y aceptó inmediatamente a darme la cita.
Lo grabé, le saqué la cuña e hice el trabajo. Cuando se lo presenté al profe, él lo leyó en voz alta, obviamente primero puse la cuña y al final del párrafo puse el nombre del periodista. Cuando llegó a lo que me había dicho mi colega, el exclamó: “¡Que buena opinión!, muy buen argumento el que presentó… (llegó al nombre y se quedó callado)…”, me miró y yo me hice el hueón.
Después rompió el silencio y exclamó: “No creo que ESTA persona te haya dicho eso…aquí hay algo mal, yo conozco a este periodista y dudo categóricamente que él tenga este tipo de opinión tan argumentada y…”, lo interrumpí y le puse la grabación de la cuña, y se quedó más helado. Si poh, si fui preparado para esa respuesta…
El profe como que la pensó y empezó a balbucear cosas, hasta que por fin hiló una frase: “Él tuvo que haber sacado la cuña de otro lado, pero no es tu culpa, así que te pondré un 5… ya, siéntate, ahora, que pase el siguiente”.
Nada que decir, mis compañeros y yo nos dimos cuenta de que la imparcialidad, la ética y la vehemencia que tanto predicaba se le fue a la basura. Desde ese día, confirmamos lo que todos nos decían de él y quedó en evidencia frente a la clase.
PD: Esta nota va dedicada a todos los caídos por ese profe, quienes incluso no pudieron sacar su carrera gracias a él y quienes les trabó sus sueños. Lo hice por ellos también...
¿Ustedes han puesto a prueba a algún profe?
Imagen CC Gorka Palazio