Siempre pensaste que tenían puntos en común. Era de esperarse, teniendo en cuenta que son familia. Pero nunca reparaste ningún segundo en que el grado en que te pareces a tu herman@ fuera tan grande. El hecho de que esa persona con la que has compartido toda tu vida estudie lo mismo que tú, trae cosas muy buenas, muy malas, y porqué no decirlo.. muy feas!
1. Cosas Buenas:
No todas las personas tienen la oportunidad de decir que tienen a un doble yo a la vuelta de su pieza. En el caso de que tengas una relación hermanable, lo más probable es que ese sujeto te haya sacado más de alguna vez de apuros. Para las personas que no tienen esta ventaja, tener que conseguir la tarea o resolver un ejercicio a las cuatro de la mañana, cuando todos duermen, es un desastre. Para ti es diferente. Tienes todas las respuestas al alcance de tu mano. Complementas tus conocimientos con los de tu familiar y ya está!
2. Cosas Malas:
Muchas veces estás tan agotad@ de la universidad que lo único que añoras, mientras escuchas al profesor con voz de somnífero, es llegar a tu casa y hablar de cualquier cosa que no sea PENSAR. Lamentablemente cuando tienes a alguien en tu propio hogar que quiere hablar acerca de las mismas cosas, es inevitable desviar el tema. Es común llegar cansado, tirarte en la cama y cuando abren la puerta y preguntas: cómo te fue hoy? te respondan: no sabes lo que pasó! Eso no sólo pasa entre hermanos o hermanas, también pasa a nivel marital, cuando hombre y mujer trabajan juntos. A veces quieren desprenderse de los temas que los agobian durante el día, pero es muy difícil no recordarlos.
3. Cosas Feas:
La cosa fea de todo esto, es que a veces se genera un poco de competencia entre hermanos. Es cierto que ninguno quiere herir al otro. Pero es difícil, por ejemplo, si tú estás buscando tu práctica y él encuentra lo que habías estado soñando durante toda tu vida universitaria. No le deseas mal a tu hermano, pero simplemente quieres que le caiga un canguro encima cuando están almorzando el domingo y cuenta lo bien que le va en su carrera, mientras tu piensas en el último ramo que no pasaste.
A pesar de todo lo anterior, hay que tener en cuenta que en todas las relaciones humanas hay cosas malas, buenas y feas. Lo importante es ponerlas en la balanza y sacar lo mejor de ellas. Aprovecha el hecho de tener a un socio como familiar y sácale el máximo de los partidos!
Imagen CC Toni Blay