Drama, comedia, ciencia ficción, de todo tienen nuestras series más queridas, y siempre es lo mismo, solemos engancharnos de ellas en el momento más inoportuno, en medio de certámenes, estudios. Quedamos con los ojos rojos, el horario de sueño cambiado y deseos de más cuando se acaba la temporada, aquí algunas de las razones por las que nos pegamos con las series.
1.- Porque nuestros padres, roommates o la tía de la pensión acaparan el monopolio del televisor, así que corremos a nuestra pieza con el notebook en las piernas.
2.- Porque siempre soñamos con ser otra persona, sobre todo un domingo a las 11 de la noche antes de un certamen, dejar la carrera botada y tener cerros de dinero sin mayor esfuerzo que fabricar drogas sintéticas, traficar órganos o planear venganzas... algo súper probable.
3.- Porque podemos sacar frases para aplicar a nuestro día a día, más aún en periodo de incesante estudio, anoten, fanáticos del insomnio y el café con energética:4.- Porque los protagonistas de nuestras series, tienen más vida sexual que nosotros en época de finales, y nos sacan pica descaradamente.
5.- Porque nos sentimos identificados con sus dilemas existenciales, sobre todo cuando nos encontramos con dos completos italianos como única comida del día.
6.- Porque siempre quisimos tener superpoderes y mandar a la profe más jodida al polo.
7.- Porque nos enseñan filosofías de vida y oscuros métodos para lograr nuestros propósitos académicos.
8.- Porque nos dan ideas para saciar el hambre un miércoles a las 2 de la madrugada, con diez páginas por leer aún.
9.- Nos enseñan a desconfiar sobre todo del resumen poco claro de tu compañero de puesto. 10.- Porque no hay nada mejor que sentarse, poner tu serie favorita, abrir una cervecita y picotear manicito, justo después de llegar de un certamen.
Imagen CC Daniel Afanador