¿Sabías que en Chile tenemos un portal de empleos inclusivos?

Es una noticia alentadora, ¿no crees?, en especial si consideramos que lamentablemente la discapacidad no es un tema del que se hable los 365 días del año, tiene su climax en diciembre con la Teletón y luego casi desaparece.

Por lo mismo es que un proyecto como Incluyeme tiene tanto valor. Se trata de un portal de empleo para discapacitados que partió en Argentina, en febrero de 2013 y comenzó a operar en nuestro país a inicio de este año, tras ser elegido entre más de 1.300 empresas del mundo por StartUp Chile.

Según un estudio de la Cepal, “alrededor del 70% de las personas con discapacidad en Latinoamérica están desempleadas o excluidas de la fuerza laboral. Los factores que inciden en esta situación son variados: la falta de capacitación, la inaccesibilidad de los lugares de trabajo (…) y la resistencia de las empresas a contratar personas con discapacidades, a pesar que la legislación de varios países contempla incentivos para quienes lo hagan”.

En cuanto a Chile, mientras que el 48,1 % de la población total, mayor de 15 años, realiza algún trabajo remunerado, sólo un 29,2 % de las personas con discapacidad lo hace. En otras palabras, siete de cada diez discapacitados no logran generar ingresos autónomos.

Oportunidad para las empresas

Con casi 600 curriculum en línea, Incluyeme también es una puerta abierta para que las empresas se sumen al empleo inclusivo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los consumidores tienden a considerar de manera positiva a las instituciones que emplean a ese sector de la población.

En el mundo hay 1.300 millones de personas discapacitadas que junto con sus familiares representan alrededor de 8.000 millones de dólares en ingresos anuales. Por lo mismo, como plantea la OIT, es necesario atreverse a entregar este tipo de oportunidades laborales y a prestar más atención a las habilidades de esas personas que a sus discapacidades.

Incluyeme también ofrece puestos de trabajo para hombres y mujeres mayores de 45 años y jóvenes en situación de riesgo social. Entre las categorías están el sector administrativo, la educación, el diseño, la salud, la ingeniería, la ciencia, los recursos humanos y la construcción, entre otras.