Santiago no es Chile. Lamentablemente, algunas mentes no se abren con la universidad y para ellos sigue siendo así. En mi estadía fallida como universitaria en la capital, me topé con algunas clásicas preguntas sobre "ser de región" y son para meditar si realmente crees que hay más vida fuera de tu cabeza. Lo gracioso es que cuando me fui a Concepción me di cuenta que pasaba lo mismo con aquellos que se sienten importantes por vivir en una ciudad relativamente grande. Ombligismo hay en todas partes y para reírnos de esas personas es esta compilación.
1. Y... ¿Dónde me dijiste que quedaba tu pueblo?
Nos pasa a los pueblerinos. Nuestras ciudades relativamente pequeñas son difíciles de identificar para los compañeros santiaguinos. Les dices el nombre de la ciudad más grande cerca de la tuya, le cuentas que un gran artista o un famoso nació y creció en tu ciudad y nada. Muchas veces te responden con un "ahhh" como si realmente supieran de lo que les estás hablando, pero no, no lo saben.
2. ¿Tú parai el metro con el dedo?
La pregunta bullying. Existen otras como ¿en educación física perseguían chanchos? o ¿tu andai a caballo para transportarte?. La sensación de superioridad de algunos capitalinos o residentes de ciudades grandes es bastante estúpida y poco creativa, aunque es mejor tomárselas con humor.
3. ¿En tu ciudad tienen electricidad, micros, calles pavimentadas, Internet, (y un montón de otras brillantes ocurrencias)?
Pregunta no bullying que lo parece. Pienso en los gringos y su visión de América Latina como su patio trasero y como nos imaginan a todos como mexicanos. Acá pasa lo mismo, sólo que imaginan peladeros para el norte y para el sur, sin Internet, calles pavimentadas ni tecnología. Pucha que es grande la ignorancia de algunas personas, porque si tenemos varias cosas, pero pocas micros.
4. ¿Cada cuánto viajas a tu casa?
Esta pregunta la hace el amigo del amigo santiaguino para calcular la distancia de tu casa con la capital. Si viajas a lo lejos, probablemente vives muy lejos o no erís tan mamón como el compa que viaja cada dos semanas o todas las semanas. El estilo de vida del estudiante de región, harto viaje sólo para ver a la familia y a los amigos de siempre.
5. ¿Qué cosas ricas hay allá para que traigas?
La pregunta interesada. Si vives cerca de o en Chillán, trae longanizas. Si eres más del sur trae kuchen. Si eres del norte trae chumbeque. Trae vino, chicha, paltas, pescado y un largo etcétera que los amigos te pedirán algunas veces en serio otras para probar intenciones. De esta pregunta nacen buenos emprendimientos.
6. ¿Tus papás son huasos?
Otra pregunta ignorante y con un poco de bullying. No todos los que viven afuera de la capital tienen campo o se dedican a la agricultura o hablan cantadito. En todo caso ¿qué importa?, da lo mismo de qué colegio vienes o si tus papás son huasos o no.
7. ¿Qué hacen allá para entretenerse?
Siguiendo en el imaginario que el resto del país es un peladero, como muchas ciudades no tienen mall ni otras grandes atracciones del primer mundo o de las grandes ciudades, ellos se preguntan esto. La verdad es que tenemos bellos paisajes, pero contemplarlos no es pasatiempo de muchos. Quizá sea un prejuicio, pero pasa que en muchos lados tomamos y a veces tomamos más de la cuenta o tenemos más botillerías de las permitidas por habitante, como es el caso de mi ciudad.
8. ¿Pero Conce y Temuco están cerca cierto?
El centralismo pega fuerte. Tanto que muchos ni siquiera tienen nociones básicas de la geografía del país, por lo que terminan preguntando cosas como esta. No nos molesta, porque nosotros mismo no conocemos bien todas las ciudades y pueblos de chilito, pero por último deberías cachar cuáles son las otras ciudades grandes que hay en el mapa.
9. ¿Te quedas este finde?
Esta es una pregunta tierna. La hacen los que viven en la ciudad donde está la U para que su compa afuerino analice si se queda para el carrete del fin de semana en vez de ir a regalonear y a comer cosas ricas a la casa de los papás, de la abuela, del tío, del vecino.
10. ¿Qué es el pan francés?
La variable diatópica que nos enseñaban en el colegio por fin tiene sentido y suele ser muy graciosa. Primero que nada porque el santiaguino llama a las cosas muchas veces con anglicismos (palabras gringas) y a los nortinos y sureños les parece demasiado siútico. A la cinta adhesiva en Conce le dicen pegote y en Santiago masking tape, estan las bolitas y las polcas, el sweater y la chomba, el pedido y la compra del mes entre muchas otras palabras. Al santiaguino le da risa y no comprende este lenguaje nuevo que le presentan sus compañeros y compañeras de afuera.
Para finalizar y celebrar este bello proceso cultural que se lleva a cabo en estas situaciones, tengo un bonus track. Soy de San Carlos, ciudad donde vivió Violeta Parra cuando niña. A un amigo que estudia en Santiago le preguntaron si nos regalaban una guitarra al nacer en relación con este hecho. Bueno, no nos regalan guitarras y recién está el proyecto de hacerle un museo. En Santiago la valoran más.
Imagen CC Tuomas Puikkonen