La historia dice así: domingo a las 11 de la noche y acabas de recordar que hay que realizar un trabajo grupal para el día siguiente. ¿Qué haces? Lo típico, vas a Facebook, buscas a tus compañeros de equipo y empiezan a coordinar el material. "Ya, tú sube esto", "tú te encargas de los objetivos", "tú dale con el desarrollo". Las notificaciones suben y suben y todo empieza a cuadrar rápidamente hasta que nos topamos con "Oye, el Nico no tiene Facebook, quién le avisa?".
Y ahí viene el caos. No lo pueden ubicar por teléfono, su whatsapp está offline desde abril. ¿Qué hacer? ¿Señales de humo? La mayoría de las veces que he estado en esa situación definitivamente el compañero no aparece por ningún lado, pese a saber que tenía que hacer un trabajo. Todos sabemos lo útil de las redes sociales y si por convicción no te gusta utilizarlas, lo más sensato es que al menos tuvieras un canal directo de comunicación frente a cualquier eventualidad. Hay gente que está atenta siempre a su mail, por ejemplo. Pero cuando no logras encontrarlos bajo ningún medio, es porque sencillamente no quieren ser encontrados.
Imagen CC Noemí León