¡Todos nos dimos vuelta a mirarlo! Aparte de su vestimenta totalmente exagerada a la de los demás, llamaba la atención su molesto tono cuico, tenía dos papas calientes en la boca. Comenzó su discurso contando que su viejo era abogado y que gracias a ello, su situación económica era tan buena y llena de lujos, que quería lo mismo para él. Era en definitiva un estudiante de derecho sin vocación y con puros aires de grandeza.
José Pablo, era un cabro pedante y desagradable. Todo el día hablaba de sus autos y fiestas exclusivas, la verdad en el curso nadie lo pescaba mucho. Se colaba entre nosotros, pero a nadie le interesaba hacer amistad con él.
Como estudiantes de primer año, nos llegó el famoso día del mechoneo. Me acuerdo que estábamos en la sale de clases y aparecieron como 40 grandulones a encerrarnos y a sacarnos amarrados de la sala. Nos llevaron a un parque de Provi cercano a la U, y rápidamente destrozaron nuestras vestimentas, mientras el José Pablo, rogaba casi a llantos para que no le cortaran su chaqueta Armani.
Parecía un niño chico con los ojos llorosos y gritando que su papá era abogado y los demandaría a todos. En vez de asustar a los alumnos de 5to año, éstos más la agarraron con él, y lo más humillante de la jornada, fue ver como lo chasconeaban con la cabeza de chancho asquerosa y podrida con los menjunjes típicos de magno evento.
Desde ese día, José Pablo, comenzó a proclamar que estudiaba derecho por la plata y además para demandar a todos los gorilas abusivos.
¿Y ustedes estudian por vocación o por dinero?
Imagen CC Andrea