Brotes repentinos de acné, caída del cabello, insomnio, fatiga o ronchas inexplicables en el cuerpo. Estos y otros síntomas pueden ser parte de un agudo cuadro de estrés académico, el que puede estar ocasionado por la presión laboral o estudiantil.
Un estudio publicado por la Universidad Autónoma de Madrid, señala que uno de los principales factores de estrés en la Universidad está dado por el exceso de competitividad que presentan los jóvenes, además de las cuentas que deben rendir ya sea por concepto de becas, créditos o esfuerzos de su familia, sin contar con el estilo de vida que llevan algunos estudiantes, en el que como ya sabemos, abunda la cafeína, la comida chatarra, los cigarrillos o los dulces.
Nuestra piel es un órgano visible, en el cual se refleja mucho de nuestro estado anímico y puede ser la parte visible de algo que no estamos controlando de la mejor manera. Sobre todo cuando involucramos problemas sentimentales con estudios. El dermatólogo José Concha, indica que en los casos de estrés universitario "es común ver manifestaciones cutáneas como el acné, la excesiva sudoración o la piel con un aspecto opaco" coincidiendo también con el hecho de que las personas con antecedentes de piel sensible o alergias son aun más propensas a episodios de caspa y descamación.
Como recomendación el facultativo nos recomienda que cuando presentemos periodos de estrés evitemos las comidas picantes, grasosas o que puedan contribuir al desequilibrio en nuestra piel, también a evitar los jabones muy abrasivos, el humo de cigarro y los cambios de temperatura muy bruscos.
A veces es necesario hacer un ALTO y empezar a dividir de mejor manera nuestras actividades, en muchas ocasiones por intentar abarcarlo todo, descuidamos nuestro cuerpo y mente. Quizás sea hora de dejar ese empleo extra y concentrarte en terminar bien los estudios, terminar aquella relación tóxica o planificar una rutina mejor de repasos para evitar la ansiedad o los nervios días antes del examen. Lo más seguro es que siguiendo estos pasos, tu piel y tu bienestar te lo agradecerán.
Además no olvides consultar con un psicólogo u orientador de tu Casa de Estudios si es que sientes que el problema se te va de las manos.
Imagen CC Roberto Corralo